domingo, 2 de junio de 2019

Guerra

El que gana una guerra
es el que sabe todo lo que (se) ha perdido.

Que tu compañía sea regazo,
tus ojos caricias en los míos
y el sueño me despierte diciéndome
que todo ha sido verdad,
ojalá te quedes.

Es tan fácil todo
y tan imposible todo lo demás.

Me sostengo donde siempre,
en el último centímetro de alféizar,
en lo poco que queda en pié
con la punta de los dedos,
suspendida en todo lo que imagino
con los ojos abiertos,
cuando no te veo.

Podríamos ir de la mano por la calle,
y podría apoyar mi cabeza en tu hombro en el metro,
besarnos en el autobús,
andar siempre hacia refugios
y no tener dudas.

Cada vez tardo menos canciones
en saber que te quiero
y me quedaría con todo el daño
para repartir todo lo demás.

Te cambio ese 'puede'
por todo o nada entre lo que te intentas decidir,
ese 'quizás' que tienes entre los labios,
por los míos.

A veces me descubro tarareando tu nombre
mientras ando como si fueses un secreto
que quiero que todo el mundo escuche

menos yo.

'El miedo es lo que viene después'

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