domingo, 25 de agosto de 2019

The end of the fucking world


He visto caer 1000 tormentas
sin hacerse ni un sólo rasguño,
como si tuviesen la práctica suficiente
de haberlo hecho 1000 veces antes de ésta,
y se supiesen de memoria todos los tropiezos.

Me quiero quedar en la primera sensación
que tuve la primera vez que le vi,
-y a lo mejor también en la segunda-
en la magia que siempre intento contar
como si no la fuese a encontrar igual
en ningún otro sitio,
como si la pudieseis entender.

Sé con bastante certeza
que no voy a ser capaz de volver a ese punto
pero es que no me molesta
porque desde entonces va en aumento
en plan cuesta arriba en montaña rusa
-y por mucho que quiera,
no puedo no pensar en la hostia de la bajada-.

Somos el reflejo
de nuestra propia onda expansiva de historia,
y acercarnos al mismo vértice
nos hace vernos con más claridad,
aunque tú siempre hayas sido luz.

La velocidad siempre la he visto
como nunca he podido dibujarla,
borrosa
y de tu mano,
y siempre me tiembla la mía
cuando cojo el lapiz,
porque pensar en eso
siempre produce terremotos,
hiperventicaciones
y turbulencias
pero he aprendido a aterrizar bien
-como la lluvia-
sin hacerme daño.

He hecho hueco en la maleta de ilusiones
al hacer realidad alguna,
ahora caben todas las nuevas
que llevaba en los bolsillos
y tengo ayuda para cerrarla
o para hacer hueco
y que quepan más.

Alguien dijo una vez
'lo(s) demás eran simulacros,
tú eres el incendio'.

Y tú eres el incendio.

jueves, 8 de agosto de 2019

08-08-19

Me asfixia,
me desgarra de dentro afuera,
no me deja comer,
dormir,
respirar.

Es una presión constante contra mí misma,
un tira y afloja que si termina de alguna forma,
siempre es conmigo en el suelo.

Estoy cansada de lavarme raspones,
de coser heridas,
de intentar curar rabia con lágrimas
de explicar cicatrices,
de salir siempre corriendo a ponerme a pensar en las consecuencias
que en enfrentarme a la impotencia.

También estoy cansada de vivir,
pero eso sólo tiene una solución.

Le he buscado explicaciones a cosas que en realidad no tenía por qué contar,
he repetido mil veces la misma conversacion en mi cabeza
para ver si salía alguien más perdiendo
que no fuese yo.

Tengo una cadena de cosas por las que ser feliz
y el eslabón más débil
es el que siempre me hace llorar y adordarme de que no estás aquí
entonces esa cadena me ahoga en vez de salvarme,
la claustrofóbica invade mis pulmones
y sólo pienso es que si dejo algo salir
pierdo el hueco para el que quiera entrar.

Quiero crear mi propia cápsula del tiempo,
tirarme dentro de una caja al mar con un mensaje
y que cuando alguien me encuentre lea:

'pedía cosas que ha tenía
pero no supo ver'

domingo, 2 de junio de 2019

Guerra

El que gana una guerra
es el que sabe todo lo que (se) ha perdido.

Que tu compañía sea regazo,
tus ojos caricias en los míos
y el sueño me despierte diciéndome
que todo ha sido verdad,
ojalá te quedes.

Es tan fácil todo
y tan imposible todo lo demás.

Me sostengo donde siempre,
en el último centímetro de alféizar,
en lo poco que queda en pié
con la punta de los dedos,
suspendida en todo lo que imagino
con los ojos abiertos,
cuando no te veo.

Podríamos ir de la mano por la calle,
y podría apoyar mi cabeza en tu hombro en el metro,
besarnos en el autobús,
andar siempre hacia refugios
y no tener dudas.

Cada vez tardo menos canciones
en saber que te quiero
y me quedaría con todo el daño
para repartir todo lo demás.

Te cambio ese 'puede'
por todo o nada entre lo que te intentas decidir,
ese 'quizás' que tienes entre los labios,
por los míos.

A veces me descubro tarareando tu nombre
mientras ando como si fueses un secreto
que quiero que todo el mundo escuche

menos yo.

'El miedo es lo que viene después'

sábado, 18 de mayo de 2019

Por si por si acaso

A veces salgo de golpe de la cama,
para darme uno contra la realidad.

Me supera la forma en la que los demás respiran,
como si el aire fuese infinito
y no se lo fuera a quitar nadie,
como si ellos fuesen iguales que todos los demás
y yo
sólo soy capaz de funcionar pensando
que a lo mejor
me vuelves a mirar.

Supongo que la felicidad
también se puede embotellar en personas,
guardar en pestañas
y sacarla a pasear de la mano
para que no se pierda.

El optimismo lo llevo colgado del cuello
y no me pesa,
y me susurra
que sabe que a veces
todo lo que pienso puede pasar
si dejo de pensar en ello,
si pienso que puedo olvidarme
de pensar en tí.

Los 3 segundos de reacción,
que me dicen que yo no soy yo,
que tú no eres tú,
y que lo que tiene que pasar
no pasa
ni entre nosotros ni sobre nosotros,
cómo una estrella fugaz perdida,
cómo un deseo no concedido
como si sí,
pero no.

Quiero que me pintes corazones en la espalda
y flores en el pecho
y se te enreden los dedos en mi pelo
y me abraces por las mañanas
y me beses por las noches
y.

Que ya sé que ésto no es un camino de rosas
y que descalza me van a doler los pies
pero de tu mano,
nunca voy pensando en eso,
te voy mirando de reojo por si por si acaso
me encuentro con los tuyos.

viernes, 29 de marzo de 2019

Niña

Hay una niña dentro de mí
a la que castigo sin recreo
como cuando era pequeña,
y me la imagino haciendo garabatos
de tu nombre con tiza en el suelo,
buscando cómo grabar tu voz en su discman
y dibujando el relámpago de tus parpadeos
con un lápiz en la mesa.

No necesita jugar con nadie para ser feliz,
y mucho menos contigo.

Nunca ha escrito notitas a nadie en clase,
pero siempre,
estaba afónica de gritar
todo lo que los demás nunca le habían dicho.

Tiene ganas de chillar
hacía una ventana
que ayer vino,
y que era ella
y no hay jardín
pero consigue jugar con las flores,
aunque no se las den.

Se pasa los veranos bailando bajo la lluvia,
pensando en cómo abrazarte cuando pare.
y los cumple como si no caducaras nunca,
juega a todo lo que nadie le ha enseñado,
busca debajo de la cama los miedos
que está convencida
que siempre han estado ahí,
de tu mano,
a veces de la suya.

Los miércoles compra todo lo que le falta
y el lunes ya está sin ello.

Cuando llega a casa
piensa en todo lo que sabe
que nunca va a conseguir,
en todo lo que ya,
nunca va a poder volver a tener.

A veces llora como si las lágrimas limpiasen.

Tiene la extraña manía de pensar
que todas las historias que se imagina contigo
van a terminar como todas las historias felices
que se inventa con sus juguetes,
sin saber que la imaginación y la realidad,
no sé juntan.

Lleva los cordones desatados
porque los tropiezos son intencionados,
los caramelos a puñados
el vuelo siempre alto
ydesenfadado
y eterno,
y el grito en el cielo,
por encima de las nubes
la cabeza alta,
por encima de las demás.

Pero que no,
que ha crecido,
que ha aprendido todo lo que los libros no enseñan,
ha llorado lo mismo
que con las películas con las que no tenía que hacerlo,
la vida le ha dado palos mucho más fuertes que tú.

Y no.

Yo no llego tarde, tú te fuiste pronto.

miércoles, 27 de marzo de 2019

Lo siento

Quiero hacer un punteo de guitarra en tu espalda
hasta el día que me muera,
no me importa que no me mires
si yo siempre puedo verte.

A veces cierro los ojos
y soy capaz de oir tus respiraciones
mientras te quedas dormido,
cómo aquella vez,
cuando yo sólo respiraba
para poder seguir viendote dormir.

Quiero seguir sin enfocar
todas las veces en las que el alcohol
vea nítidamente por mí,
apoyar mi cabeza en tu hombro
como si se hubiesen extinguido todas las almohadas.

Darte sombra para que no vuelva a hacerte daño el sol.

Que dejes a los pianistas en ridículo
cuando veas mis manos,
que contigo sea primavera en Enero,
que tengas todas las últimas piezas de mis puzzles
y tenga que ponerme de puntillas para conseguirlas.

Que me mires como si nunca me hubieses visto,
y yo te mire siempre como el primer día en el que te vi reir.

Te susurraré al oído todos los sitios
en los que gritaría tu nombre
como si nadie más en el mundo te conociese
y tuviese que explicárselo.

Me tiembla el pulso en 4x4 cada dos por tres
y 6 son las veces por minuto
que puedo echar de menos a alguien,
tengo que racionarlo para que me dure
por lo menos
hasta que me vuelvas a ver.

Voy a hacerte ver
que todo en el mundo es insignificante
si no es a tu lado,
y que aunque tengas dos,
ojalá fuesen infinitos.

martes, 26 de marzo de 2019

Me he perdido

He perdido conmigo misma,
porque siempre estoy en mi contra.

Hay una voz ronca que me dice
qué puedo chillar mucho más fuerte
de lo que lo hago,
también me dice que lo soy.

Los quitamiedos nunca han hecho
que la hostia duela menos,
sólo que la onda expansiva llegue menos lejos,
la realidad
siempre
me ha pegado más fuerte que las pesadillas,
aunque éstas,
pensaran que podían conmigo.

La cara oculta de la Luna seguro que está triste,
pero siempre con los labios pintados.

Hoy me he descubierto con los pelos de punta
al leer tu nombre,
y no hablabas de mi,
también he dicho
que cuando vuelva sobre estas palabras
no me voy a encontrar a mí,
aunque sea yo.

La nostalgia es un sentimiento,
con las piernas igual de largas que su alcance,
y por mucho que se suba las medias
y le queden bien,
no voy a entender por qué lo hace.

Paso de puntillas por todas las vidas que me rodean
porque no me gusta hacer ruido,
dejo una firma con mi nombre
debajo del somier de sus camas
por si algún día cuando se olviden de mi,
hacen limpieza,
y reaparezco.

Yo tampoco me buscaría por voluntad propia.

Mis dudas están formuladas en condicional,
pero para nada simple,
compuesto por todas las formas que existen
de hacer preguntas sin partículas interrogativas
que den a entender que de verdad,
quiero saber algo,
porque dudo hasta de querer saberlo.

La autosugestión me funciona mejor conmigo
que con cualquiera,
sé cómo prevenir el hecho
de que no sé cómo curar
me.

No me volveré a llamar.

miércoles, 13 de marzo de 2019

Impares

El café
ha dejado de darme los buenos días,
y tú,
las buenas noches,
en medio de eso
solo hay un folio en blanco
que yo sólo puedo pintar con tipex
porque los errores no sé taparlos con otra cosa.

Vamos hacia el mismo horizonte,
no me sueltes de la mano.

En éste batir de alas eres consciente
de que estás respirando,
y esa es la mayor putada
que estoy dispuesta a hacerte en la vida.

No te pido que confíes en mí
con los ojos cerrados
pero cuando lleguemos a donde vayamos,
déjame quitarte la venda para que veas,
qué no te estaba mintiendo.

Los domingos podemos descansar,
cuando viajas con un corazón roto
el equipaje es un apéndice más de tus pulmones,
una extensión más de los pies que arrastras,
unas gafas sucias
que nunca puedes limpiar
y pesa.

Yo sí te salvaría la vida,
reconstruirla todos tus fuertes
que en su ausencia te hicieron pensar
que no lo eras,
haría que vieras
sin filtros
qué por dentro,
eres más luz de la que reflejas.

Arrodillarse delante de alguien
sólo es tener más cerca de la cara los pies
que quieres perder de vista,
y cuesta mucho más salir corriendo
en dirección opuesta.

No sería capaz de prometerte algo
que no soy capaz de morir por cumplir,
regalarte una vida es insultar al tiempo,
mientras la eternidad se ríe en mi cara.

Desde pequeña aprendí
que los granos de arena
(que quedan en fantasía)
conceden todos los deseos del mundo,
y se piden con los ojos abiertos.

'Voy a engañar al corazón sólo para quedarme contigo'

Se me escapan entre los dedos
todos los miedos de los que siempre
me he querido deshacer,
no tengo ninguna duda encima
que sacarme del bolsillo y ofrecerte
para que avives los tuyos,
parece que ésta hoguera
la tendremos que dejar para otro día
cuando dejemos de ser valientes.

Vamos hacia el mismo horizonte,
respira,
no te suelto la mano.

martes, 5 de marzo de 2019

Vuelve


He llegado a 100 poemas y 99 hablan de tí.

No necesito que ningún psicólogo me diga
que tengo un déficit de cariño,
que las cosas serían diferentes si siguieras aquí,
que tendría menos sentido del humor
y más sentido de la humanidad,
que me habrías enseñado todo lo que no sé,
que no me dejarías llorar tanto como lo hago.

Supongo que no miraría tanto al cielo si estuviera a tu altura.

Sigo pensando que no crezco más
para poder seguir escondiéndome en tu sombra
y no quemarme con el sol.

Estoy segura
de que nunca echaré tanto de menos a alguien
como quiero que vuelvas tú,
que da igual el idioma en el que cante Sabina
porque siempre lo escucharé con tu voz,
que a veces cuando nadie me ve,
me miró en los espejos y sonrío,
porque se que es el único sitio
en el que te encuentro
que sólo yo me puedo quitar
y quedar.

A veces cuando no puedo dormir
me pongo a pensar
en lo que pensarás
de todas las cosas que hago
normalmente mal,
en las canciones que te escribo
que nadie escucha,
y cierro los ojos
con la guitarra en las manos
y el grito en el techo,
y te entreveo medio sonreír un momento.

La historia interminable
en la que no quiero olvidarme de tí,
y me dedico a esparcir
por toda la casa
cada trocito de tu ausencia
que me encuentro en los bolsillos,
y los guardo en cajas de cristal
para que reflejen mucho más la luz,
y sonrío
cada vez que mi madre sonríe
porque para ella también eres estrella,
y fugaz,
y ninguna capaz
de quitar tus fotos
de todos los marcos
en los que te coloco
como si cuatro esquinas fueran capaces
de sujetar todo lo que nos has dado,
como si no fuera tuyo.

A veces mantengo conversaciones
unilaterales con Google (y mi cabeza)
sobre dónde venden abrazos como los tuyos
suponiendo que alguien
fuese a venir a darmelos
sin preguntarme
por qué lo está haciendo
pudiendo hacer otra cosa.

Estoy,
sólo quería sacarlo,
por si algún día decide volver.

martes, 19 de febrero de 2019

Planeos sobre una mesa

Ven,
sácame de casa
llévame a donde la perspectiva
no importe
porque todo brilla igual,
dime qué no tengo que volver si no quiero,
qué no cobran por vivir,
qué obligan a respirar aire limpio,
de prejuicios,
qué nadie te mira por encima del hombro,
pero sí de la sonrisa
para comprobar que sigue ahí.

La gente mala hace cosas buenas
y que la gente buena saca la lengua a destiempo,
pero no duele.

Qué las cosas que no miras dos veces
por si se van
siempre me esperan.

Qué cuando esté borracha
alguien me lo va a recordar a la mañana siguiente
y me va a contar todo lo que no soy capaz de recordar,
qué me va a hacer repetirlo la noche siguiente
y la siguiente,
y la siguiente
y si.
y sí.

Que siempre suene Jazz,
y Queen.

Llévame donde siempre haya luna,
y estrellas,
y esté él
y me cuide aunque no me deje.

Cuéntame qué hay sitios donde los niños no crecen nunca,
pero no están perdidos,
que saben lo que hacen y por qué lo hacen,
qué cuidan su inocencia más que su vida,
qué siempre juegan al pilla pilla
y nunca pierden.

Dime qué allí me enseñarán a tocar el piano,
qué siempre hay gente que canta fuera de la ducha,
qué los pasos de cebra los cruzan ratones.

Que las llaves de mi puerta
son también las de la tuya,
que no tenemos miedo
pero sí toda la casa llena de cuadros,
las pareces pintadas de azul,
y el sol entra por la ventana.

Qué tenemos alfombras de margaritas,
una bañera llena de espuma,
un balcón con vistas al futuro,
y mucha incertidumbre.

Se oye una película desde la puerta.

Esperad un momento,
me están llamando al timbre.

martes, 5 de febrero de 2019

Retales de mi vida

Las noches son más largas
justo antes de quedarme dormida.

Siempre hay una voz
que me dice todos los tropiezos
que no he sido capaz de evitar,
las sonrisas que he mirado de reojo
en vez de cómo se merecen,
y todos los errores que podrían no ser míos,
pero lo son.

El dolor de cabeza me dice
que hay algo que no hice bien anoche
y que no aproveche la inconsciencia como es debido,
y que no es debido hacer
todo de lo que no me acuerdo.

Hay una parte de mi vacío,
que está llena de dudas,
es la misma que no me deja dormir,
que le da vueltas a todo,
todo el rato
que lo deja todo muy mezclado
para poder estar más tiempo
separando las piezas del puzle
en vez de hacerlo.

En la otra punta de mis posibilidades,
se asoma siempre una certeza con miedo
que nunca deja que la vea del todo,
que saluda detrás de la cortina
y solo me enseña el ojo que me guiña,
así que nunca sé
si tiene los ojos cerrados,
abiertos,
o parpadea.

Me resulta extraño no encontrarme en palabras ajenas,
que me cuenten cuentos que hablan de mí
pero no recordar si yo era Caperucita o el lobo.

Es como que me acaricien,
y no sentir nada,
y en esta guerra,
tengo que seguir en pié
por lo poco
que
me
queda.

jueves, 31 de enero de 2019

Una vida ajena


Hay un niño con mirada sería
y amago de sonrisa de la que nunca vez el final
deambulando por Madrid,
le puedes encontrar en cualquier calle
andando como si se fuese a perder
sus dibujos favoritos en la tele.

Sonríe de verdad cuando nadie le mira
para que no se acostumbren a verle feliz
y que den por hecho que siempre lo está.

Hay un adolescente nervioso
que da golpes con el pie en el suelo
cuando va en metro,
que paga los berrinches tirando el móvil
sobre cualquier superficie dura
de la que todos sabemos
que no puede salir nada bueno,
sólo heridas.

Se echa siestas en sofases ajenos
mientras le sobrevuelan manos sin que él sea consciente,
porque si lo es,
no se deja.

Hay un señor adulto con traje
completamente seguro de todo lo que hace
que no contempla la posibilidad de tropiezo,
que tiene estudiadas al milímetro
todas las calles por las que camina,
por si se las cambian,
o por si tiene zapatos nuevos
y cordones rebeldes.

Llega siempre media hora antes al trabajo
donde hace todo lo que le hace falta tener
el mes que viene, el año que viene
la vida que le sigue.

Hay un señor mayor con chaqueta de punto,
sentado en un porche
desde el que se ve todo su pasado,
éste le saluda unos días satisfecho
y otros días triste pensando siempre
que podría haber hecho mucho más
por sonrisas ajenas
en las que poder reflejarse agusto.

Estuvo siempre rodeado de espejos,
camaras,
lupas,
telescopios
y amigos
-aunque nunca les pusiera ese nombre-
pendiente de cualquier estornudo
o cualquier mala reacción alérgica
a una mala decisión.

Parece ser que estoy uniendo
a todos estos sujetos,
con cualquier atributo aleatorio,
pero me gusta pensar que si me asomo a la ventana
veo al niño de ayer,
que lo que quiere es irse de fiesta,
con sus amigos,
con sus amigas,
y que la resaca le pille durmiendo,
que la radio le despierte poniendo
'cosas de la edad'
- modestia aparte -
en un pueblo con mar
una noche
después de un concierto.

Y que si le canto una canción al oído,
me invita a un cubata,
y a una sonrisa.

domingo, 9 de diciembre de 2018

No me imagino mi vida siendo feliz.

Creo que cuanto más tardan en curarse
las heridas de mis rodillas
menos tardo en caerme
y volverlas a abrir.

Me consumo consumiendo
todo lo que me hace daño una y otra vez
como si a la decimoquinta pudiese superarlas,
como si no pasase nada,
como si pasase,
como si nada.

Espero sentada a todas las catástrofes
que sé que vienen,
porque soy frágil,
y hay sangre por todas partes
y no puedo con toda.

Utilizo frases que no quiero asumir
como una premonición de todo lo que va a salir mal,
y si alguien las dice,
pasa,
siempre,

SIEMPRE.

'¿Qué te crees que siempre vais a ser amigas?
¿Que siempre va a estar a tu lado?'
Y después de la hostia
fue cuando aprendí
que la única
que siempre iba a estar a mi lado
era yo.

(Ahí empezaron las cicatrices)

No quiero plantarles cara a todas las demás
ni ponérsela,
si no la escucho no existe,
si no la escribo,
tampoco.

Mi forma de huir es cerrando los ojos,
mi forma de tener miedo es tapandolos.

Ojalá pasase como cuando eres pequeña
que tú mayor problema
se arreglaba con agua oxigenada
y los puntos de sutura
eran un cuento chino,
ahora los cuentos chinos son el agua oxigenada
y no puntuo lo suficiente
como para poder cicatrizar
antes de volverme a caer.

Me dedico a ponerle tiritas a mis deportivas
porque sé que hacen más efecto que en mí.

Me es más fácil sonreír cuando me miran
que cuando estoy sola,
y si no me sonrio yo,
tampoco espero que lo hagan los demás.

jueves, 8 de noviembre de 2018

These four words - The Maine

Desde que era pequeña
he creído en todos y cada uno
de los cuentos de hadas
que me hayan podido contar,
siempre las he buscado en el bosque
y nunca he dicho la frase
por la que podían llegar a desaparecer,
y nunca, nunca, nunca,
dejaré de hacerlo.

También es verdad
que cada vez
que alguien me contaba un cuento
escuchaba atenta
hasta el primer indicio de irrealidad:
Caperucita era una niña, bien
que iba por el bosque con una cesta, creíble
que se desvió del camino para llegar antes, normal
que se cruzó con un lobo que le preguntó que a donde iba y que qué llevaba.

Para,

espera,

a partir de aquí ya tengo que cerrar los ojos
y tengo que ver eso bien,
porque con los ojos abiertos
no soy capaz de verlo.

'Si le pides un deseo a la estrella azul seguro se te cumplira'

Hace cuatro años alguien me preguntó
que si alguien seguía escribiendo cartas de amor,
miré a mi alrededor y supuse que lo lógico,
era decir que no,
pero no miré lo bastante lejos.

Hace cuatro años y medio
recibí una carta de amor,
con sello, caligrafía del siglo pasado
y un desgarro en el pecho.

Hace cuatro años y cuatro meses,
contesté una carta de amor.

Tenía 100 voces
dentro y fuera de mi cabeza
que no paraban de repetir
que todo lo que estaba pasando
era un cuento de hadas,
y yo por más que cerraba los ojos,
no conseguía ver nada.

Cada vez que te borro,
reapareces.

Hace cuatro años me llegó otra carta de amor,
y fui a buscar al remitente a París,
encontré un piso pequeño con mucha luz,
mucho tiempo libre bien aprovechado,
una película con la luz apagada,
y vacío.

Hace tres años y medio,
te empecé a hablar
como si fueses mi diario
pero sin decirte lo mismo.

Hace tres años nos dejamos de hablar,
porque no sabíamos qué decir.

Hace dos años que no te veo,
porque no había migas suficientes
para hacer un camino de vuelta.

Hace un año que no te hablo,
porque no tengo nada que contestar.

Hace un día que no dejo de pensar en tí,
y en cómo decirte
que ya no creo en tí,
ni con los ojos abiertos,

ni viéndote.

Noviembre que me ha vuelto a doler

Algún día me dará por pensar
que puedo llegar a ser capaz
de empezar mi moleskine,
que puedo llegar a decir más con un lápiz
que con una cara.

Hay siempre una corriente de aire frío
que se pasea por mi nuca
como si en algún momento
le hubiese dado permiso para hacerlo.

El 90% del tiempo
soy una niña de 10 años
sorprendiéndose por todo
que espera que una de 23
deje de hacerlo.

Siempre hay un momento en cada día
en el que pienso en él
y mis ojeras lo saben mejor que nadie.

Cada mañana pienso
que siempre ando por las mismas calles,
veo a la misma gente andando a mi lado
y oigo los mismos motores de los mismos coches,
siempre hay uno que llega tarde
pero también hay otro
que gira en un sitio diferente
y me regala un destello de sol
que no había visto antes.

La película de mi vida no habla de mí.

Tengo una canción triste
para cada día del año
que me recuerda
que en algún momento
fui feliz.

Fui.

Existe una parte de mi cuerpo
unos centímetros por encima de los dedos de los pies
que se pasa frío la mayor parte del año,
igual de frío que lo que tengo en las costillas.

No escribo para que me entendáis
por qué sé que no lo hacéis,
escribo porque soy la única
que me explica las cosas
como las entiendo.

Mi nombre
nunca ha salido en ningún problema de matemáticas
ni de lenguas
pero tengo grabados a fuego en la mente
los problemas de todos los demás.

A veces pienso que los míos no son para tantos.

martes, 6 de noviembre de 2018

Danny

He leído y releído todas tus cartas y una otra y otra vez, como si buscase algo diferente a lo que sé que hay, pensando que hay partes que no he memorizado -como si eso pudiera ser posible-, seguro que puedo escribirlas todas hasta con los ojos cerrados.

También me tiembla la mano, y sigue sin ser del frío, es como si mayo hubiese llegado, pero la primavera no.

Cuando pienso que ya he salido, entro en otro bucle que mido en kilómetros, los que hay o parece que hay entre yo y cualquiera que me importe lo más mínimo, es como si un compás hiciese un círculo a 600km de mí marcando un perímetro de seguridad en el que tengo que permanecer, como si salir me fuese a hacer daño -me fuesen hacer daño-, sin saber que dentro, también hay alambre de espino enmarañado que me duele.

Tengo un agujero negro que se traga todas las palabras que no sé decir, que pienso que hacen más daño fuera que dentro de mi cabeza, todo se queda vacío y mi voz hace tanto eco dentro que me da miedo dejarla salir, aunque sea para pedir ayuda. Lo único de lo que ahora mismo estoy segura es de la ausencia, que hay, que existe y que provoco, tanto dentro como fuera del perímetro, mi cabeza puso el compás a 600km pero yo lo tengo a 5cm y pienso que fuera de eso, no hay nadie, y dentro, tampoco estoy yo.

Escribo todo lo que sé que no voy a decir nunca, en periódicos que nunca están listos para publicarse o en esos que llegan demasiado tarde, cuando la catástrofe ya no tiene arreglo. Siempre pienso que alguien los encontrará cuando no sea demasiado tarde para ellos.

Yo también me acuerdo de Sabina, de lo fríos que tenía los pies aquel día, de que has sido el único en dormir en mi cama, que eres el único al que dejaría volver a entrar, del regaliz, de que me sigo viendo como una niña pequeña que sigue preguntando cosas que los demás, ya tienen asumidas, que vais corriendo a todos los sitios y yo, todavía, no he aprendido a gatear. Cómo ver permanentemente a patinadores sobre hielo profesionales a mi alrededor y yo sólo tratase de no perder el equilibrio.

No pido que lo entiendas, en realidad no pido nada, sólo te cuento mi pequeño gran desastre, y que hace mucho que dejé de leer sobre nudos y cómo se deshacen.

Pd: te he dibujado mi mano de mala manera, por si tú encuentras alguna buena en la que encaje con la tuya.

El último grito al vacío

Tengo una presión en el pecho
con la que no puedo vivir,
me hace pensar en canciones
que no quiero volver a escuchar
porque me hacen pensar
en cosas que ojalá algún día olvide.

Mi vida
es una decepción constante
si estás cerca de mí,
quizás por eso poco a poco
me voy alejando de todo,
me voy alejando de todos.

Sigo pensando que hay heridas
que se curan con más de un abrazo
que hay sensaciones
que no debería existir
y que disimular siempre
será lo que mejor se me dé.

Quiero pensar que algún día
algo me hará clic pero no me hará daño
y me despertaré para no volver a tener sueño,
que algo cambiará
o tendré la suficiente fuerza
para cambiar por mí misma
y podré salir del pozo
en el que sigo pensando que estoy.

Tengo 23 años y me sobra un 2,
y odio los números impares,
he entrado en un bucle de odio
en el que me he metido a mí misma
porque por algo hay que empezar 
y le tengo miedo a más cosas
de las que conozco.

Pensar en el suicidio es algo casi diario,
pero algo en serio,
de cerrar los ojos
e imaginarme lo que sentiría
si me tirara desde el edificio de bellas artes
porque ya que muero,
marco tendencia,
siempre he sido de destacar
pero yo nunca dije
que lo hiciera por la parte de arriba.

Siento que nadie va a encontrar esto,
da igual donde lo ponga
o donde no,
es un grito al vacío
y nunca mejor dicho,
tampoco pretendí llenarlo nunca,
si no hay nadie,
nadie se hace daño.

No paro de pensar
que lo mejor que siempre he podido hacer
es irme,
y sé que si ahora mismo lo hago
mi madre dejaría de echarme la bronca
para que empezar a hacerlo mi padre,
no sé qué es peor,
si tener ese pensamiento
o que suceda de verdad.

Creo que me tengo más miedo a mí por encima de todo.

¿Te imaginas pensar eso cada día de tu vida?
Puede que consiga evadirme dos horas,
pero las dos horas siguientes
van a ser mucho peor.

Quiero reaccionar ya,
hazme reaccionar,
hazme daño para poder cambiar,
y lo estoy pidiendo temblando
sabiendo que lo peor que me puede pasar
es quedarme sin los niños
que es lo único en lo que puedo pensar,
lo demás puedo vivir sin ello,
pero dame la última oportunidad
de hacerlo bien sabiendo
que ahora mismo lo estoy haciendo muy mal.

No pienso hacer nada en contra mía,
lo prometo,
y es la última,
prometo caerme desde lo alto si algo sale mal,
y si alguien encuentra esto,
hola,
ha sido un placer despedirme de alguien,
gracias por tu tiempo.

lunes, 5 de noviembre de 2018

Hathi

Nunca he visto volar mis dedos por horizontes
que les diesen todo el miedo
con tanta seguridad.

Tengo la teoría
(otra entre tantas)
de que todas las cosas buenas del mundo
están encerradas en una caja de Pandora con tu nombre,
que abrirla es infinitamente más difícil
que la que tiene las cosas malas;
que tú tiene la llave
y sólo se la das al que se lo gana.

Seguro que tú también tienes una teoría para todo,
yo tengo la certeza de que quiero discutirtelas todas,
no tengo reloj,
ni prisa,
ni intención de hacerte cambiar de opinión,
ni de nada.

En la hora azul, hay nubes rosas,
seguro que tú me dices que son naranjas.

Hay un momento
en el que mi manga toca tu espalda
porque mis dedos no llegan más lejos,
en el que tiritar es más divertido
porque haces amago de sonrisa
aunque me digas que no,
en el que me quedaría a vivir
si te estás riendo a carcajada limpia
por cualquier tontuna,
en el que todos los gatos se reúnen para hablar de tí.

No hago una lista con canciones que odio por cualquiera,
pero también sabes que no pienso ver Coco por tí.

Hay un microsegundo
entre que sueltas todo el aire que tienes
y lo vuelves a coger
en el que el corazón
tiene un momento de duda
porque el cerebro tarda un pelín
en decirle lo que tiene que hacer.
Puede que el corazón
sea lo más importante que tenemos
pero hasta él depende de algo.

Me pasaría la vida andando contigo
debajo del diluvio universal
sin que nos importe la velocidad o el destino
y ojalá te pase lo mismo.

Creo que quiero hacer
todo el mojito que quede en el mundo
y bebermelo en una hamaca cualquiera al sol
contigo al lado
quejándote del calor que hay,
que hace,
que tienes.

'Hoy te echo de menos,
pero es que tengo miedo'

Algún día conseguiré
que te rías por algo que no sea daño,
demostrarte que merece la pena creer en algo,
que no todo es una decepción,
que las personas no son todas iguales,
que no importa perder a alguien
mientras no te pierdas a tí,
que en los espejos no ves
ni la mitad de lo que eres,
que me meto tanto contigo
porque me pones esa carita de perro mojado
que sabes que no cambio por nada.

Te voy a llevar a sitios
desde los que las cosas malas
no lo son tanto.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Algo

Hay alguien que se pregunta por qué sin saber cómo, gente que piensa que sí, cuando no sabe qué pensar, y una multitud que está gritando sin decir nada. Si me suicido, será fuera de mi casa, será en lo alto de un edificio dónde nadie llegue a ver, con un ramo de margaritas que lleguen conmigo al suelo y sin decir adiós. Escribo igual de mal de lo que hago todo lo demás, no necesito que nadie más me lo diga, no necesito decir adiós, todos los días me despido de alguien a quien le doy igual, no creo que les importe que se me olvide un día. Tampoco me importa que les importe.

martes, 1 de mayo de 2018

Quiero

Quiero que alguien me mire
como yo miro mi película favorita
volver a recibir cartas
que no sabía que quería,
volver a escribirlas,
dormir con alguien que me abrace,
ir al parque a ver estrellas,
que me vuelvan a invitar a París,
perderme en una montaña con 20 personas.

Escuchar Tiny dancer
hasta que me sangren los oídos.

Que dejen de hacer series que calquen mi vida,
y libros que me cuenten cosas reales de gente real,
quiero leer que hay piedras que vuelan
y hay conejos que hacen magia,
que los unicornios dominan el mundo
y yo puedo volar.

Una noche en la playa escuchando el mar,
que mi padre me abrace,
susurros en mi oído,
vivir en un concierto,
emborracharme una vez a la semana,
al menos una vez en la vida.

Quiero que todo el mundo
me hable de cosas que no entiendo,
que me las explique cómo si las fuese a entender.

Un beso bajo la lluvia,
un abrazo en la nieve.

Encontrar la manera de que mi madre
no piense que soy un deshecho humano,
seguir pensando que todos los que ya no están aquí estarán orgullosos de mi en algún momento.

Los abrazos de los niños para el resto de mi vida.

Una manera de empezar de nuevo,
sin tropezarme.

Saber decir adiós a tiempo.

Muros

Siempre he querido saber qué hace todo el mundo cuando lo único que tiene delante es un muro, uno de esos que no tiene puertas, ventanas, llaves, rendijas, luz. ¿Se queda mirando? ¿Se sienta en frente? ¿De espaldas? Yo también habría pensado en rodearlo si no me hubiese perdido y volviese a estar en frente suya. Saltaría, si supiese que al caer por el otro lado iba a estar mejor que ahora mismo. Las ventanas ya no me enseñan el arcoiris cuando les da la luz del sol y los reflejos han dejado de brillar como antes, la lluvia no se queda flotando en el pelo de la gente llamando a la puerta para ver si son bienvenidos, simplemente entra arrasando con todo lo que puede y trae frío con ella, que nunca tiene intención de irse y las estrellas han dejado de estar en su lugar de siempre, ya nadie las mira y están cansadas de estar esperando. Yo estoy cansada de estar triste y a veces pienso que tengo ideas para todo menos para dejar de estarlo. Se repiten una y otra vez en bucle muchas frases a las que debí haber prestado mucha más atención y la vida, el destino, mi cabeza, alguien que me odia al otro lado, no paran de recordármelas como diciendo 'no importa si no te acuerdas, yo si'. Esos 'Ella no va a estar para siempre, ¿Pensabas que si?' '¿El día que yo no esté que vas a hacer?' 'No me voy a ninguna parte' '¿Pero tú le quieres? ¿Que sientes?' consiguieron que ahora cualquier promesa, esté vacía, las palabras no tengan ningún sentido, las usen más deprisa de lo que puedan pensar y que todo pase desapercibido como si nunca hubiese existido, y deprisa, todo muy deprisa. Ojalá todo tuviese un olor diferente y cuando esté triste sólo con echarme el que huele a pintura recién abierta fuese la persona más feliz del mundo, pero no es tan fácil. Llevo tres horas dando vueltas en la cama como si cerrar los ojos y visualizar unos zapatos rojos chocando 3 veces fuesen a devolverme algo. Supongo que hay cosas que nunca pueden volver, pero yo, por mucho que ande y muchas soluciones que busque, siempre vuelvo delante del mismo muro.

Miguel

Tienes a un niño de 5 años detrás de la sonrisa,
le oigo cada vez que lo quieres esconder,
le brillan los ojos como si cada segundo que pasa
le regalasen un caramelo,
desde entonces pienso que así sabe la felicidad.

Tienes una banda sonora propia
cada vez que me acuerdo de tí.

Carolina sigue queriendo que la trates bien,
y todas las guitarras del mundo
que no dejes de acariciarlas.

A veces me pongo a buscarnos con 14 años,
cómo si entonces fuésemos mejores que ahora,
sabiendo que nunca voy a sonreír tanto como entonces.

Pero me acuerdo de campos de fútbol,
de bancos,
de parques,
de meriendas,
de sonrisas que escondían
todo lo que se ve con sólo mirarte
y de todas las lágrimas que nunca voy,
ni vas a ver nunca.

No sé escribir feliz,
pero contigo siempre lo he sido.

La suerte nunca vino a buscarme,
viniste tú.

Soff

Guarda todos los acordes de los 80 en la mirada
los escuchas cuando alguien dice su nombre,
los tareas mientras colocas tu cuarto,
mientras te lavas los dientes
o cuando miras por la ventana buscando algo más.

Tiene todos los punteos de Bob
escondidos entre los rizos
y ahora los puedes entrever por su flequillo.

Your Song, siempre fue suya,
Tiny Dancer también.

Desprende la misma luz que un atardecer
y hace que no puedas evitar mirarla,
si la vieseis bailar
tampoco querríais mirar a otro sitio nunca más.

Todos los huracanes del mundo
empiezan cuando mueve la falda,
y yo siempre cierro los ojos
y dejo que bailen con mi pelo.

Es capaz de hacer una prenda de ropa única en el mundo, aunque ya la hayas visto 1998 veces.

martes, 10 de abril de 2018

Cuando estoy triste

Tengo un nudo en la garganta
desde la última vez que la usé,
casi no sale nada por ella de puro desgaste,
roza lo cruel saber hasta que punto me deshago
por voluntad propia sin motivo aparente,
para no seguir haciendo todo lo que hago mal.

Me agarro con la punta de los dedos
a una cornisa que ni es mía
ni quiero que lo sea,
está tan descuidada que ni siquiera es de ella misma,
y no hay nada más triste que no pertenecerse.

Se me ha olvidado cómo saltar a la comba
y pienso que es como lo de la bici pero alreves,
nunca podré volver a aprenderlo
y ahora sólo puedo vivir entre tropiezos.

Vivo enamorada de todo lo que no puede volver a pasar.

Y eso me hace infinitamente triste aunque entonces,
el infinito,
lo dejé atrás de todo lo feliz que era.

Quiero vivir en una tarde
en la que el atardecer pasó desapercibido,
en la que los reflejos en el agua
eran todos del mismo color
y hacia el mismo sitio,
que nadie se dió cuenta de lo que estaba pasando mientras estaba pasando,
y pasó
tanto tiempo desde entonces
que ya nadie se acuerda.

Cambiaría sin pestañear lo poco que soy
por todo lo que fui,
a ella sí que querría caerle bien,
ésta sólo querría que se cayera.

Carolina siempre se acordará de nosotros,
o nosotros de ella,
no recuerdo muy bien cómo era.

Mendigo abrazos
porque no me gusta que me vean llorar,
y taparme la cara con cuerpos ajenos
me parece una buena manera de esconderme.

Se me encoge la vida pensando
en todos los ojalás que he malgastado
en cosas que me dan igual
cuando en las de verdad
no he pensando cuando era necesario.

Tom decía que somos demasiado tarde,
a lo mejor,
fuimos demasiado pronto.

miércoles, 4 de abril de 2018

Nowhere

Hace mucho que no escribo,
que no me rompo
que no respiro.

Que no me pasa nada que tenga que escribir
pero muchas cosas
que no me importaría chillar a los 4 vientos
a ver si desaparecen.

Que la música triste me hace feliz,
y la música feliz ya no me pone triste.

Que he avanzado,
mucho,
pero no sé hacia donde,
y no me importa no saberlo.

Tampoco me habría importado estarme quieta.

Pero me muevo 
entre mucha gente
sin saber nada de ninguna,
que me dejo llevar y
de verdad
que el dónde ha dejado de importarme,
como tantas otras cosas.

Hace tiempo que quiero vivir
en el lugar en el que descansan
todos los libros que todo el mundo olvida,
porque si los recordasen
no sería yo.

Nunca había querido desaparecer tan fuerte.

Para mí nada es real
hasta que cojo una hoja y lo planeo,
si está escrito ya no hay vuelta atrás.

Siempre me imagino que alguien lo encuentra
lo lee
y me mira como si hubiese matado a alguien,
a lo mejor la muerta soy yo,
pero nunca me miran como si fuese un cadaver.

Todos los dibujos que hago son tristes
porque dibujar cosas felices para mí
es sinónimo de estarlo,
y hace mucho
que el aire sólo tiene una dirección
y siempre
es de salida.

Me preguntan muchas más veces si estoy bien
que mi propio nombre,
y siempre contesto un nombre que no es el mío
antes de decir que llevo meses llorando.

Me propuse ser feliz,
y los demás a lo mejor piensan
que lo estoy cumpliendo.

Allie sabe no es verdad.

Allie en tercera persona nunca soy yo,
es quien quiero ser en primera persona
pero está tan lejos
que a veces no puedo verla.

Hace tiempo dije
que había hecho mías las tiritas de todas las que tenía,
pero me acabo de dar cuenta
de que tengo agujeros demasiado grandes
como para taparlos con una.

martes, 6 de febrero de 2018

Vivo

Vivo en el agujero que hago saliendo de una manzana,
en el suburbio que se mira desde lejos con cara de asco
y del que podías haber salido tú,
en la lágrima de alguien que no sabe por qué llora,
en la de alguien que si lo sabe y no puede parar,
en la respiración de alguien que se ahoga,
que no,
puede,
seguir.

Vivo en la parte llena de telarañas que seguro que tiene la luna,
la que no brilla,
la que no dice nada,
ni mira a nadie.

Vivo en el umbral de una puerta que nunca se abre,
a la que llamas y nadie contesta,
dónde miras y no ves ventanas,
donde la chimenea echa humo,
pero no hay nadie en casa.

Vivo en un patio trasero lleno de ropa tendida llena de manchas que no salen,
donde todo está roto y roído
donde nadie tiene agujas
ni hilo
ni ganas de arreglar nada.

Hay cosas que rotas están más bonitas.

Vivo en una montaña rusa que no tiene final,
es todo un bucle en el que paso siempre por los mismos sitios
por los mismos sitios,
por los mismos sitios,
y me mareo siempre en las mismas curvas,
en las mismas curvas,
en las mismas curvas,
y no se salir.

Vivo en la despedida de alguien que se está alejando y en ningún momento se da la vuelta para mirar atrás.

Vivo en una película mala que dura 3 horas sin intermedios y tienes que ir al baño,
en una canción dónde no hay guitarra
ni piano,
donde el que canta no se rompe,
y los que escuchan,
están enteros.

Vivo en una pecera sin agua,
como si dar saltos fuese a evitar que acabase inmóvil.

Vivo en un latido que casi no se oye
y nadie hace nada por oirlo.

Vivo encerrada en sitios de los que no me dejan salir,
donde vivo sola,
dentro de mi.

Mi cuerpo será carcel
pero mi mente es alambre de espino,
y no sé a qué le tengo más miedo.

Vivo rodeada de todo lo que no puedo controlar
cambiar
mirar
ni sonreir.

Vivo,
y no quiero.

miércoles, 17 de enero de 2018

El chico feliz que no quiere escuchar canciones tristes.

Hay quien dice,
que el mar en calma
es lo más bonito que ha visto nunca,
que la luna siempre brilla más
cuando está llena,
y que hay más belleza en un atardecer
que en los ojos que lo miran.

Yo tengo la teoría
-una entre miles-
de que todo eso
lo dicen porque no te han visto reír.

Las olas envían curriculums
a otros mares que quieran alegría,
la luna se enfada y brilla para otro lado
para quitarles la razón
a todos los mentirosos,
que dicen,
que tus ojos no brillan más que el sol.

Supongo
-espero-
que haya más gente
que haya reparado en esto
porque sino
deberían de ponerse ya a hacer reformas.

Necesitan hacer una ventana más grande
para ti.
Últimamente me ha dado por pensar
en cómo sería mi vida sin ciertas personas,
y por mucho que lo intento
no consigo acordarme de cómo era mi vida antes de ti.

Yo siempre del lado de la magia,
de las casualidades,
de las serendipias
-de volar-

Y no me gustaría estar nunca
en contra de ninguna.
Me gusta pensar
que la vida me hace chocarme con gente
para que nos levantemos juntos
y lo único que puedo decir
que sé que siempre va a ser verdad
es gracias;

porque gracias a ti,

no me imagino una vida sin nosotros.

Queen

A mi siempre me gustan
los barrios conflictivos,
escribir desde las bañeras,
y pasar frío.

Tenerlo todo medido
pero si hay que terminar en una feria
en medio de la nada
comiendo gofres,
pues tampoco está tan mal.

Dar paseos
por todos los mercadillos del mundo
coleccionar
más anillos de los dedos que tengo
y hacerme una foto
en cada sitio al que voy
con un algodón de azucar.

He llorado cuando me han hablado
de una estrella
que no era él.

Me gusta buscar cosas
que me produzcan la misma sensación
que respirar hondo
con los ojos cerrados
en medio de ningún sitio,
que cuando acabas de ver
la mejor peli del mundo
o de leer un libro que te ha cambiado la vida.

Me quedo buscando
la mejor risa improvisada
en la puerta de un bar
con una cerveza en la mano,
esperando a que una madre
le de a su hijo un globo de Mickey Mouse
en medio de una plaza
para ver su sonrisa
y compararla con la que pone
cuando le saco la lengua
y que cuando le miro a los ojos
sólo quiero ver los míos
llenos de esa misma inocencia.

Quiero pensar
que hay algo más en las ciudades
que fotos a monumentos e historia,
que hay emociones y humanos
detrás de todo eso,
que el mundo sigue girando
y nos afecta
y que cuando a una chica
el viento le pone el pelo en la cara
siempre tendra alguien al lado
que se lo quite con una caricia.

En Noviembre de 1975 nació un himno y no estuve ahí para verlo.

Me parece injusto
que cosas tan grandes
como ésta
tengas que buscarlas tanto
porque no se vean.

Me gusta lo mismo
ir corriendo a todos los lados
y sentir ese 'por los pelos',
como pasarme una tarde entera
sentada en una terraza
arropando un chocolate caliente
con las manos
mientras el mundo se mueve,
gira,
avanza,
me arropa a mi.

A mi me gusta irme lejos
y sentirme cerca,
y cuando me pasa eso,
sé que sigo siendo yo.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Al sitio en el que estoy triste no dejo entrar a nadie

Eres una inmadura,
a ver si creces.

La ropa ancha te hace gorda.

Nadie va a querer acercarse nunca a tí.

Quítate eso de las orejas,
no le gusta a nadie.

A ver cuando te cortas ese pelo,
lo tienes horrible.

No me mientas,
sé que estás mal pero no me lo dices.

No puedes estar triste todo el tiempo.

¿Sabes lo que dice por ahí la gente de tí?

Nunca vas a tener amigos.

¿No te has dado cuenta de que cuando te maquillas estás peor?

Eres una infantil,
hay niños más listos que tú.

No me gusta nada de lo que haces,
si lo hicieses X sería mucho mejor.

Ese es el ejemplo que le estás dando a los niños.

Deja de tocarte la cara,
esas cicatrices se te van a ver toda la vida.

¿Sabes lo que va a pensar la gente si sigues haciendo eso?

El estado de suicidio mental es permanente,
no es un 'haber si me muero',
es un ojalá lo esté.

La sensación, es la de andar con los cordones desatados, y no llegar a atartelos.

Me tropiezo más de lo que respiro.

Me miro loa pies sabiendo que todo lo que haga,
me va a salir mal.

Vivo con un constante cosquilleo en la nariz que hace que se me empañen los ojos, y cuando me doy cuenta de eso, los cierro, todas mis lágrimas son mías y no las comparto ni con el espejo.

Si no me entiendo ni yo no se cómo espero que lo hagan los demás.

Me torturó pensando que la gente nunca se ha ido de mi lado porque haya aparecido alguien más, sino porque les he echado yo.

Soy tan complicada que complico a los demás, y lo tengo tan interiorizado que todas las reacciones que puedan tener, (menos la de quedarse) me parecen válidas.

Las unicas sonrisas que siempre me han parecido válidas han sido las que me salen cuando lloro.

Yo tampoco me quedaría.

Sólo

Las canciones me entienden
mucho mejor que las personas,
y no encuentro
la manera de cambiar eso.

Sigo pensando
que la solución a cualquier problema
es rendirse
pero eso
sigue sin ser una solución.

Llevo tanto tiempo
dentro del mismo bucle
que seguro que si consigo salir
no reconozco nada
de lo que hay fuera. 'No te rayes' 'Seguro que mañana todo va mejor' 'Eso es una tontería'

Cada vez que abro la boca
para contar algo que me pasa
se me ocurren 5 motivos
por los que no quería hacerlo.

Ni quiera yo me entiendo
no sé como pretenden hacerlo los demás.

Yo sólo quiero dejar de estar triste,
y poner ahí 'sólo'
no implica que sea más fácil.

viernes, 6 de octubre de 2017

Por aquí pasan muchos trenes, unos les esperan en el anden, y otros en las vías.

No espero que entendáis
lo que no pretendo explicaros,
vivo mucho más pendiente
de la persona que era
que de la que quiero ser,
y no me molesta estar pendiente
de algo que no puedo cambiar,
estoy segura de ello.

No recuerdo la ultima vez
que le sonreí a alguien de verdad
esperando que me entendiese.

Voy andando
por caminos que ya he pisado
y no me aprendí dónde estaban
las mismas piedras
con las que me vuelvo a tropezar,
es como vivir en un bucle de cosas
en un bucle de cosas
en un bucle de cosas
en un bucle de cosas
en un bucle de cosas
en un dejavu constante
y algo me impide abrir los ojos
y saltar la piedra.

Sigo pensando
que escribir en folios
es pegar un grito hacia el vacío
para que nadie lo escuche
a no ser que se haga un avión con el papel
y se tire a ver quien lo encuentra primero.

(En un bucle de cosas)

El unico remitente
de mi carta de suicidio
sería yo,
y ni por esas me encontraria,
todos mis gritos al vacío
están llenos de rabia.

(En un bucle de cosas)

Pinte una raya con mi inconformismo
y la he pisado tantas veces
que ya no sé dónde está.

(En un bucle de cosas)

Quiero pensar
que puedo salir de aquí
por otro lado que no sea
la ventana de un 2°
y un segundo después
pienso en que no sería capaz.

(En un bucle de cosas)

Entiendo más de aeropuertos
que de abrazos,
soy más de hiur,
que de soportar,
y la única mano que busco
cuando despega un avión
es la mía,
no entiendo por qué necesitaría
buscar otras.

(En un dejavu constante)

Habéis encontrado el avión,
no dejéis que el grito al vacío,
se llene.

sábado, 23 de septiembre de 2017

Mamá, me duele.

He llorado hoy más
que en todas las noches de mi vida.

He empañado mis gafas
con todas las decepciones
que tenian de mi,
y en mi almohada han calado
todas mis ganas de dejar que mi vida
deje de ser mía.

Vivo en un persecución continua
en la que huyo de quien soy
para intentar alcanzar
a la que quieren que sea
todos los demás.

Mientras hago eso
también le busco el sentido a todo.

Sigo pensando
que hacer lo que quieren que haga está mal,
sigo pensando
que no hay nada que esté mal,
excepto yo.

Vivo pensando
que puedo mantener en pié
todo lo que tenga más de dos patas
y soy de las que cree
que los huevos pueden mantenerse de pie
más de un día al año.

Voy saboteando yo sola todo (en) lo que creo.

Hago pesimista a todo el mundo
que quiere hacerme feliz
y eso me hace más daño a mi
que a nadie.

'Nadie puede herirte'

Cuando dejo de decidir
quien me hace daño
y quien no
es cuando me empieza a doler.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Cuchillos

Soy como una niña pequeña
corriendo con un cuchillo en la mano,
todo el mundo que me vea con él
me lo va a querer quitar
para que no me haga daño.

Porque no paran de repetirlo:

'Te vas a hacer daño'

Los folios también cortan,
me puedo tropezar,
caer de la bici,
comer mil cosas que no debo,
atragantarme,
ahogarme,
quemarme,
se me puede caer algo encima por la calle,
matarme,
darme un golpe en la cabeza.

¿Y os sigue preocupando el cuchillo?

Me preocupa menos
el daño que sé que puedo hacerme
aunque sea accidental,
que el daño que me vayan a hacer a traición
los demás,
es menos previsible.

A mi nunca me preocupo
ese cuchillo en mi mano,
sabía el daño que estaba dispuesta a hacerme,
mi miedo siempre fue
el daño que me podia hacer
la persona que me lo quitara.

martes, 12 de septiembre de 2017

You say you won't let go

Somos el eco de los que chillan en silencio,
de los que no conciben un concierto
sin una cerveza en la mano
o un chute en la cabeza,
somos miradas intensas
lanzadas desde coches con los cristales tintados
para no hacer daño a nadie.

'La generación del orgullo del mediocre'

Somos niños que se tiñen el pelo de colores
sin saber por lo que han pasado otros antes
por hacer exactamente lo mismo.
Somos herederos de letras
que muchos cantan
sin escuchar lo que dicen.

Los que han visto a otros luchar con acordes
que hacían más daño que una bala,
que han visto robar más de 100 abriles
en un sólo día.
Los que se saben la misma canción
de 1000 bocas diferentes
y aún recuerdan la primera
y esperan a otras 1000 bocas más.

'Nunca sobran las canciones
y siempre tengo algo que decir'

Somos los que aprendimos
que la mejor forma de perder la vergüenza
después de olvidar donde la dejamos,
era ponernos detrás de un micrófono 'haciendo que la vida no sea papel de lija'
que las mejores baladas
las hacen grupos de rock,
que los escorpiones son más que un animal
y que hay una reina con la corona
mucho más grande que todas las demás,
y sabe llevarla mucho mejor.

Que los 80 son una década
mucho más grande de lo que yo
os pueda llegar a contar.

Que ahora la gente
no cierra los ojos en los conciertos,
les importa más lo que ven
que lo que oyen.

'Que vivan las guitarras y la música para nosotros'

Que la eterna batalla
entre los Beatles y los Stones
se debería de zanjar
con una cerveza en una mano
y un micrófono en la otra.

Que los vinilos siempre sonarán mejor
que todos nosotros juntos,
pero todos nosotros juntos
sonaremos más alto
y llegaremos más lejos.

sábado, 19 de agosto de 2017

Puertas cerradas

Me encuentro en espacios vacíos,
en sitios donde no haya nadie
que me pueda mirar,
mal
nacidos que no me puedan decir nada.

Lugares en los que hay espejos
que no me reflejan,
que sólo dicen mi nombre
si lo escribo con vaho después de ducharme
y quitarme la mierda
que me han echado los demás.

Y cada vez que me bombardean
la bala deja dos agujeros,
el que quieren hacerme,
y el que dejo que me hagan,
vivo arrastrando el chaleco antibalas
que un día conseguí hacerme
pensando que era el mejor del mundo
y que el mundo dejaría de bombardear
me
faltó fe.

Ya no me quedan sitios en los que estar.

Cada vez que me doy la vuelta
buscando un sitio para poner mi alfombra
ya he pisado otras tres sin querer
y me han chillado cinco
para que no pise las suyas.

Ojalá mi alfombra vuele.

No encuentro la salida por ninguna parte,
ni ningún sitio al que llamar hogar,
sigo pensando que la respuesta
a la pregunta que me hago no la tengo yo.

sábado, 24 de junio de 2017

Una caída

Debato conmigo misma si agarrarme o dejar que me escape entre mis dedos.

Me he abierto de tal forma
que ahora no consigo encontrar
el camino de vuelta,
se me ha caido todo en el trayecto
porque no encuentro la cremallera para cerrarme,
y las migas de pan que guardaba
para saber por dónde se volvía
me las comí por miedo a morir de un hambre
que no era mío.

Se me acumulan todos los males
de los que siempre he salido huyendo
y ahora ellos corren más que yo.

He tenido la poca decencia
de burlarme de muchas cosas
que no creí que fuesen a volver a aparecer
sobre mis pasos,
y ahora muerden
y dejan cicatrices que parecen no curarse nunca
y la sangre me ahoga
y yo me ahogo
y a mi siempre me costó respirar
cuando más aire había,
imagínate ahora.

Y yo,
que siempre he querido andar sola
porque no quería compartir
el sonido de mis hiperventilaciones,
me chascan todos y cada uno de mis huesos
cada vez que hago en intento de levantarme,
todos se asustan cuando los oyen,
yo no oigo nada
y siempre grito bien alto.

La eternidad y la libertad no existen,
no las busques.

Sigo sin saber por donde ando,
el desfiladero cada vez es más estrecho,
la buena noticia
es que se me ha caido todo lo que tenía,
y ahora la mochila no me pesa
de hecho no se ni para qué cargo con ella,
lo que si se
es que el equilibrio no va a ser capaz
de sujetarme en el próximo tropiezo,
y no veo el suelo al que caigo.

Supongo que ni yo soy capa de salvarme ésta vez.

martes, 20 de junio de 2017

Mi, me, conmigo.

Me estoy intentando acostumbrar a estar sola.

Es una forma de intentar autoconvencerme
de que siempre
he sido suficiente para mi
aunque siempre
me empeñe en pensar lo contrario.

Sé que no le debo nada a nadie,
aunque en la lista de espera de cosas por hacer,
la ultima sea yo.

Tengo la manía
de poner a los demás delante de mi,
y así normal que siempre
me tropiece con alguno
aunque ellos no me pongan la zancadilla.

Cambio más de prioridades que de pestañeos
y tengo uno para cada día del año.

Por primera vez quiero saber quien soy,
meterme en un laboratorio
y abrirme a ver qué hay,
quitar las telarañas
que me impiden ver todo lo que me sobra
y tirarlo lejos.

Saber si tengo algo bueno,
si eso se puede duplicar,
reproducir,
multiplicar,
usarme para algo que no sea hacer(me) daño.

Llegar a saber si algún dia
me conoceré tanto
como creen hacerlo todos los demás,
si soy capaz de proyectar
lo que yo veo de mi
para que los demás vean lo mismo que yo
y no algo que no soy.

Estoy hablando de bucear a sitios en los que estoy segura de que me voy a ahogar,
pero por lo menos,
lo haré sola.

Nadie tiene por qué naufragar conmigo.

lunes, 19 de junio de 2017

Razones

Hay un angel con alas negras
que me cuida desde cada una
de las cuatro esquinas
desde las que planeo colgarme cada noche,
con una cuerda no mucho más gorda
de la que pueda sujetar un sueño roto.

Los lobos siempre serán libres
hasta que aparezca alguien
que les diga cuando  tienen que aullar
y cuando no.

Las ruinas siempre lo son
hasta que aparezca alguien
que las reconstruya y les ponga el nombre
que tenían antes de ser derrumbadas,
aunque ya nunca más vayan a ser eso,
aunque nunca más vayan a ser igual.

Es irónico que tengan más valor
y se las proteja más
que a los edificios
que no están rotos aún.

Nadie sabía qué era Pompeya hasta que ardió.

Hay una nube con forma de flecha
que atraviesa el cielo sin hacerle daño.

Ojalá yo tampoco me lo hiciera.

Mi angel
viene siempre acompañado de canciones tristes
para que yo sepa que está aquí,
me pone sobre aviso,
me pone sobre la mesa
las razones suficientes
como para coger unas tijeras
y cortar las cuatro cuerdas
que me hacen cosquillas en el cuello.

En la punta de la flecha de la nube del cielo,
a veces,
hay un rayo de sol que me ciega la vista
y me deja ver sólo el arco,
la flecha ya no está,
pero el arco me sigue mirando a mi.

No se si alguien podría vivir constantemente
con una pistola sin balas apuntandole en la sien.

Yo disparaba.

En las pelis siempre queda alguna bala,
que me da a mi sin querer

evitarlo.

domingo, 18 de junio de 2017

Rota, otra vez.

He escuchado la fractura de mi rodilla nada más caer a 100.000 kilómetros de distancia, mientras alguien en dirección opuesta me gritaba el motivo por el que me caía.

Me he dado cuenta de que me he roto muchas más veces de las que he sido capaz de recomponerme, y aún así no sé por qué hay más partes de mí de pié que en el suelo.

Ya no veo sitios donde poder enchufar el desfribilador para poder reanimarme, vengo arrastrando todo lo que tengo por si puedo hacer un apaño con todos los
trozos
que
me
quedan.

Los salvavidas me vinieron con instrucciones en koreano y nunca entendí como se usaban, los tengo llenos de polvo en alguna estantería donde se acumulan las pocas esperanzas que me quedan de poder levantarme y seguir andando.

Seguro que soy la próxima en hacerme la zancadilla.

A lo mejor encuentro algún desinfectantes que me saque de la cebeza todo en lo que no debería pensar y sólo deje hueco para lo que tiene que estar ahí.

Tengo tanta fe en salir ilesa fe ésta como en entrar en razón.

jueves, 1 de junio de 2017

Mi fuerte

Me he hecho un fuerte con todos mis miedos
y en la salida de emergencia
hay un cartel de 'bienvenidos'.

Dentro sólo hay inseguridad
y por eso nunca nadie entra,
juego con un montón de juguetes
que no son míos
ni se los quité a nadie,
no hay nada fuera que me pueda hacer daño,
las agujas siempre apunta a mi
norte,
hacia mi,
dentro.

Siempre hace frío y nunca siento los pies,
ni nada,
tampoco hay mucho que sentir,
aunque ponga 'lo siento' en todos los lados,
las paredes sólo sostienen eso,
porque sólo son sábanas
que se caen con no mirarlas,
como siempre
como si nada.

Desde dentro
a veces
se vistumbran sonrisas fuera,
porque dentro no caben cosas felices.

Si te tumbas bocas​ arriba
todas te dirán todo lo que no quieres escuchar,
pero esa es la música
que siempre suena de fondo,
cuando duermes nunca estás sola
suena el ronroneo de una mente
que no controlas,
pero siempre es la tuya.

Las lágrimas siempre lo inundan todo,
y ahogarse es casi tan fácil como respirar,
tampoco hay luz,
no quiero ver nada más de lo que ya se que hay,
tampoco quiero saber lo que hay,
tampoco quiero que haya nada.

El vacío lo inunda todo.

Sé que tengo que hacer reformas en mi fuerte,
que tengo que hacer
las paredes más consistentes,
achicar todo el agua que sobra,
y aprenderme todo lo que hay dentro,
pero no quiero;

me he hecho la fuerte con todos mis miedos,
ven a ver si puedes romperlos.

martes, 30 de mayo de 2017

Andy

Me quedé pensando en lo que dijiste ayer
de que la gente no se interesaba por conocerte,
de que sólo se juntan contigo
por lo listo que eres,
por lo que piensan que sabes
por lo que no saben.

¿Y qué?

Que la portada de un libro esté llena de letras
no implica que dentro no vaya a tener dibujos.

Tienes más cualidades bonitas
de las que caben en cualquier diccionario,
me iría a otros idiomas a intentar explicar
por qué te quiero en mi vida
y lo igual que me da que algunos
no te quieran en la suya.

'Yo no puedo controlar sus elecciones
pero sí las mías'

Una parte de mí tiene la necesidad
de gritar a los cinco vientos
las razones por las que deberías quedarte,
de hacerte ver que los motivos
que te dan los demás para irse
son igual de sostenibles
que yo sobre un cuchillo de doble filo
del que no funciona ninguno,
que la envidia es lo peor
que se puede compartir con alguien.

Que lo bueno que tienes
no cabe en ninguna lista de la compra
de todos los que alguna vez lo apuntaron
para comprárselo ellos.

Que hay gente
a la que los kilómetros de por medio
les quedan bonitos.

Me faltan respiraciones para agradecerte
que quieras seguir a mi lado
con todo lo que me empeño en alejarte,
que sigas igual de cerca que siempre,
que siempre sigas igual de cerca.

Sigo sin saber qué habría sido de mi
si no me hubieses tirado la cuerda que me salvó
de todas las que me ahogaban.
Ojalá vieses las cosas como las veo yo
pero eso sería bajar muchas escaleras
y te ha constado mucho subirlas
como para asomarte tan abajo. 

Tengo tanto que decirte
y tan poca expresión para hacerlo,
que cualquier cosa que te diga
seguiría siendo muy pobre al lado mía.

Sueno egoísta diciendo que estés tú
pero sólo lo digo porque sé que yo
no me voy a ir a ningún sitio,
porque quiero cuidarte
hasta que se me desgasten los dedos,
las mejores personas que he tenido siempre
han sido las que lo han pasado peor
y todos mis alientos siempre han sido para ellos
porque la gente que está alrededor mía
no merece estar triste.

Te lanzo miles de deseos dentro de monedas
para que no se te escapen,
son todos para ti.

domingo, 28 de mayo de 2017

'Las palabras ni sirven, son sólo palabras'

Son balas sin escopeta, son toda la munición de cualquier arma, son detonantes metidos en bocas, son bombas que se activan cuando abres la mandíbula, son lo que más daño le puede hacer a un corazón, son un cuchillo de sierra con destino inmediato, son cristales que se clavan en cualquier lado, y no se pueden sacar, son pensamientos con mango y forma, son todo lo que tiene marcha atrás, todo lo que no se puede deshacer, todo lo que no tiene arreglo.
Son todo lo que te puede hacer daño, y todo lo que puede evitar que te lo hagan.
Las palabras en sí no sirven, son palabras, lo que les da poder, lo tienes en la punta de la lengua.

sábado, 20 de mayo de 2017

Tren

He visto en primera fila
la sonrisa de una mujer
rubia con ojos azules
-la sonrisa-
mientras cerraba los ojos
dejaba caer su cabeza hacia atrás
y gritaba letras que no eran suyas
en silencio.

He visto cómo alguien
escribía una sonrisa sin ponerla,
ponia una exclamación sin gritar
estaba gritando con los ojos,
y ni siquiera miraba cuando lo hacía.

He visto a un hombre con traje y corbata
con un grupo de musica de fondo de pantalla
que nadie lo esperaría.

A la misma altura que yo,
habia unos ojos marrones
que le decían 'Te quiero' a una pantalla
que contestó un par de ticks azules
que no eran otros ojos.

Y un espejismo,
al fondo del vagón,
escondido detrás de sillas,
luces y cabezas,
me miraba con cara de auxilio
a mi,
a alguien que no sabía donde mirar.

2014

Me habría pasado la semana entera en tu cama,
habría paseado de tu mano hasta no saber donde estaba,
te habría dejado secarme la vida a besos.

No se.

Habría madrugado
y habría ido a clase contigo para saber todo lo que te interesa,
habría sido capaz de saber cuándo callarme
y saber qué decir.

No se.

No habría sido tan introvertida con todo lo referido a tu persona,
habría sido capaz de abrazarte por la espalda mientras me hacías el desayuno,
o la existencia.

No se.

Podría no necesitar empujones de ninguna clase para hacer cualquier cosa,
que haya gente detrás mía para que haga lo que no hago,
que me miren con recriminación por hacer cosas que consideran obvias,
pero yo no.

No se.

Podría no ser como soy,
ser capaz de que el 'qué diran' no sea el centro de mi vida,
ni de la de nadie,
que me de exactamente igual todo mi alrededor y ser capaz de hacer lo que quiero y cuando quiera.

No se.

Podría.

Pero no.

viernes, 19 de mayo de 2017

Flav

Las personas que estan rotas
reflejan dos veces más luz.

Ya me han dicho
que a nadie le gusta que le digan que está roto,
pero a todos les gustan que les digan
que reflejan dos veces más luz.

¿Por qué la gente siempre querrá saber dónde está la meta pero no cómo se llega hasta ella?

Que si,
que el camino más corto entre dos puntos
siempre es una línea recta,
pero lo puentes no siempre nos pillan de camino
y los árboles no están siempre fuera de ellos.

Alguien como tú
no debería andar con la mano dentro del bolsillo
sujetando una pistola;
debería ir de la mano con alguien,
deberia mirar el paisaje
moviendo los brazos al andar,
debería sentarse en un banco a leer el periódico,
un libro,
una sonrisa.

La gente libre no le tiene miedo a nada.

La gente que no te importa
no debería importarte para nada,
que no,
que lo se,
que no somos todos iguales,
que no todos miramos todo
desde el mismo punto de vista
porque sería un puntazo,
pero que no,
que no somos todos iguales de cabrones.

Que me creo que te hayan hecho daño
porque a mí tambien me lo han hecho
pero que si ya me han hecho la zancadilla antes,
andaré mirando al suelo,
ni a mis pies
ni a los de los demás,
las cosas se ven venir de lejos,
y habrá gente andando al lado tuya,
sin mirarte los pies,
mirandote a los ojos,
y sujetandote de los hombros,
por si te hacen la zancadilla,
que no te dejen caer.

jueves, 4 de mayo de 2017

Me he despertado pensando si existen remedios caseros para el olvido.

Si hay interruptores en alguna parte de mí
que puedan activarse
dando tres vueltas de tuerca sobre mi misma
o si tengo que saltar sobre alguna (mala) pata
para que el pasado deje de ser el hombre del saco
y venga a sacar recuerdos
de donde debería haber vacío.

Si existe alguna infusión o té
que haga que se vaya todo
por donde ha venido
a ser posible sin mapa
para que no sepa volver nunca,
si puedo apagar la ubicación del gps
para que se pierda.

Si puedo encontrar
la única llave que cierre la maldita puerta
que no para de abrirse.

Si existe algún hueco debajo de mi cama
en el que haya la misma luz que frío
y me pueda acurrucar yo sola sin que nada
me recuerde nada.

Ni mis sábanas son antibalas
ni sé apuntar.

Si hay alguna pastilla
que te coloque lo más lejos posible de mi cabeza,
y de mi también,
no vayas a cruzarme el cable que no es
y te enrredes con lo que no debes.

Si existe alguna clase
en la que te expliquen y pueda ir a prestar atención
para que se me olvide todo antes de salir,
porque no te prestaría nada más.

Supongo que hay cosas que pasan
y no pueden pararse cuando el semáforo está en rojo,
van por libre y kamicaces por una carretera
que no conocen,
se chocan con lo primero que ven
y las piezas que se caen siempre se quedan ahí,
para que cuando vuelvas a pasar
sepas lo que ha pasado,
lo que has pasado,
y no lo olvides.

martes, 7 de marzo de 2017

Ali

Está sonando Bob, hacía mucho que una canción conseguía hacerme daño. Acaba de salir el sol y seguro que es porque estoy pensando en tí. Mantengo todavía de pié la idea de que si viviesemos en la misma ciudad nos odiariamos, yo sólo funciono cuando no estoy. Hay un reflejo de colores en el cristal del tren que me dice que ojalá estuvieras aquí, aunque sólo fuera para que me pudieras odiar de cerca. ¿Sabes esas canciones que sólo con que empiezan te obligan a cerrar los ojos y a dejarte llevar? Ojalá yo fuese una canción, seguro que tiene violines. Llevo un rato largo pensando si pintar en el polvo que tiene el cristal del tren o jugar a ver por qué lado se ve peor, hay una capa tan grande de mierda en el cielo de Madrid que está empezando a hacerle competencia a toda la que guardo en mis libretas. Siempre he querido una máquina de escribir y como hagas algo al respecto la usaré para escribir lo que leeré en tu funeral después de matarte por ello. En serio, hay pocas voces que me gusten más que la de Bob o que alguien susurre. ¿Te acuerdas de cuando te escribía a las 3:49 de la mañana mirando los arboles por la ventana? Supongo que el hecho de cambiar de ventana me hizo cambiar lo que escribía, y cómo la ventana me pilla más lejos, lo que escribo es un poco más oscuro. Pablo es el único hombre que me pase lo que me pase lo entiende, Elvira es la unica chica que hace lo mismo. Seguro que si fuesemos niños jugaríamos los tres en el parque, pero los adultos no juegan con los niños, los miran con aire de superioridad desde los bancos. Se ha ido el sol y me he puesto triste. Quiero aprender a tocar la armónica y no es para poder ir presumiendo como hago con la guitarra. Imagínate que todos tratasemos a las personas con el mismo cariño con el que tratamos nuestro libro favorito. Estaríamos todos subrayados con lo más importante y sólo a los que les importasemos de verdad se sabrían la historia entera. Siempre he dicho que todos eramos capaces de resumir todo lo que queramos con una sola palabra, supongo que un 'si' y un 'no' dice mucho más que una hoja entera de cosas que nadie va a leer. Como ésto. Como todo. Como siempre. Yo tengo mi palabra. Siempre la he tenido. De hecho ma tatuaria toda yo con palabras que son mucho para mi. Una palabra sería Málaga. Sigue sin haber sol, pero sigue sonando Bob, a veces los 'sigue' siguen como siempre. Ojalá cambiasen menos cosas, ojalá fuese capaz de cambiar todo lo que no soy capaz de cambiar, como la redundancia. Quiero saberme un chiste malo diferente para cada día del año, ¿te imaginas? Podría sacar 365 sonrisas diferentes a la misma persona durante un año entero ¿cuantos más pueden decir eso? La siguiente parada es la mía, es irónico porque yo me estoy moviendo y cuando lleguemos 'la parada' también seré yo. Ha empezado a sonar Luis, a lo mejor cuando esté parada, también estoy rota. Tu última conexión son las 11:11, yo ya me bajo, espero que haya sol y ningún cristal.

lunes, 16 de enero de 2017

Un 'por fin'

El pulso de las personas varía
dependiendo de las cosas que hace,
y tú eres como un salto al vacío sin red,
pero con alas.

No había escuchado a alguien titubear en bonito
saber tanto de tanto y de tantos,
tener más curiosidad que respiraciones,
hablar más conmigo que de ti,
y escuchado sonreír.

Hasta yo me trabo cuando hablo de ti.

Podría pasame la vida entera escuchándote hablar
de todo lo que dices que no me interesa,
de todas las canciones que mencionas
que no conozco,
de todo lo que nadie más está dispuesto a escuchar
que a mi me encanta.

Quiero que te sigas inventando
todas las canciones que te sabes,
que les cambies la letra
y que me las grites convencido de ella
y quiero seguir explicándote
todas las películas que veamos
que sé que algún día entenderás tú solo.

Seguro que las promesas de tus meñiques
son todas de verdad.
Tus abrazos también.

Te he escuchado llorar,
y tenías una sonrisa preciosa en la voz.

No acostumbro a preocupaciones
después de las 3 de la mañana,
a nadie después de las dos,
ni a ser de las primera,
pero podría.

¿Miedo? A que desaparezcas.

No me gusta hablar del miedo,
pero volvería a ver Mad Max si me lo pidieses.

Los ojos más bonitos del mundo
están en el reflejo
de cualquiera que te mire,
y nunca los he visto.

Nunca te he visto.

¿Sabes la sensación de haber entrado en la vida de alguien y haberla puesto patas arriba?

Deberías tenerla.

lunes, 2 de enero de 2017

Sólo yo

Soy la rana que no quiere que la besen,
la princesa que no quiere hada madrina,
el elfo que quiere ser abogado,
el principe que quiere una capa rosa
el pirata Robers,
el 'como desees' que no diré nunca,
una capa de invisibilidad
que nadie sabe donde está guardada,
el arte de pasar de todo,
un discurso desde el tejado de una casa
que no es mía
que acaba en una piscina
que todo el mundo olvida.

Una canción lenta que se baila dando saltos
otra que me salto porque se mueve,
una en un sólo casco que comparto con él
el otro significado de la palabra él.

Soy un perro adoptado al que abandonan
y el gato abandonado al que adoptan,
el ogro que salva la película,
una ciudad olvidada en un mar,
el alguien que la recuerda,
la bailarina con deportivas,
la cantante de ópera en una discoteca.

Los últimos guantes de cuero negro
abandonados en una tienda,
una canción de ascensor ignorada,
un regalo en agosto sin envolver,
un cactus que es capaz de defenderse sin púas,
una margarita que se decide sin pétalos,
un tulipán fuera de holanda.

Una bombilla fundida.

Soy yo, sin un tú
que nunca me hizo falta.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Papá

No soy capaz de escribir sobre ti sin llorar.
Se me termina nublando la vista con la acumulación de lagrimas
y ya no se ni lo que digo,
mucho menos se lo que estoy escribiendo.

Me levanto
y te escucho decirme que abra la ventana
y me preguntas que si he dormido con la persiana subida
nunca entendiste que aún creo en Peter Pan
y si la cierro siempre
no va a encontrarme nunca.

No podía ir a desayunar en pijama,
por si acaso se manchaba con el desayuno,
ese,
que muchas veces ni me molestaba en hacer.

Me pasaba la mitad de la vida en mi cuarto
con la música alta y el ventilador encendido,
pensando y divagando
sobre cosas que nunca iban a suceder;
tu estabas en la habitación contigua
sentado en tu sofa viendo pelis,
solo estabamos juntos al comer o cenar.

Y por juntos quiero decir gritandonos,
nosotros nunca supimos hablar.

Mastica con la boca cerrada.
Quita los codos de la mesa.
No lleves la cabeza al cubierto,
sino el cubierto a la boca.
No te embobes con la tele.
Mirame, te estoy hablando.
No te encorbes en la silla,
te va a terminar doliendo la espalda.
Recoge bien las migas,
cuando me he sentado estaban todas en la silla.

Ya no estás para gritarme esas cosas,
para cuidar de mi y que sea un poquito mejor,
para abrazarme por las mañanas
antes de subir la persiana,
para verme desayunar vestida,
para no mancharme el pijama,
para bajarte pelis que a veces veíamos juntos,
para hacerme CD's de canciones
porque yo no me moleste en aprender.

Y bueno, supongo que por eso ahora,
soy un poco más tú
y menos aquella niña.

Y odio a la gente que mastica con la boca abierta.
Mantengo los brazos pegados al cuerpo
y me llevo el tenedor a la boca,
y no al revés.
Me embobo con la tele, y siempre lo haré,
pero aún te escucho decirme que no lo haga.
Miro a la gente cuando me habla,
pero nunca a los ojos.
Me siendo arrimada a la mesa
y con la espalda pegada al respaldo.

Pero aún se me siguen olvidando las migas,
supongo que es lo unico que me queda.

domingo, 11 de diciembre de 2016

Te quiero

Te quiero
porque siempre has sido tú,
nunca has dejado que te cambien comas
o que te pongan acentos,
y lo admiro.

Te quiero
porque me mirabas a los ojos
cuando me hablabas
y no me dejabas pestañear.

Te quiero
porque eras más importante para mí
a 600 km
que muchos de los que estaban
a 60 cm.

Te quiero
porque nunca me has puesto mariposas en el estomago
ni todas las canciones hablaban de ti,
ni salía el sol cuando venías
y se iba contigo cuando te ibas.

Te quiero
porque sé que no quiero que me bajes la luna,
quiero verla contigo de la mano,
y decirte,
'estés donde estés y sea cuando sea,
la luna nunca será más grande que tu pulgar'
y te acuerdes de eso cada vez que la veas.

Te quiero
y te quiero tú
porque me quieres yo
y te gusta
y me haces ser la incognita
que nunca he
-ni han-
sabido resolver.

Y te quiero.

Mi ventana te echa de menos,
mis sabanas te quieren conocer
y yo
te escribo cartas como método de salvavidas.

Estás en todas las canciones de Sabina,
y ahora mismo
está sonando una.

No me muero si no me das un beso,
pero moriría por dartelo yo.

Dispara cuando quieras.

No me preocupa que te vayas,
ya no.

He aprendido que los espejos se rompen,
se separan,
huyen unos trozos de otros
y no por ello dejan de ser espejos.

Como todo
-como todos-
pensé que tu no eras de los que huían,
si no de los que se escapaban
-¿quien no lo a hecho alguna vez?-
pero siempre acaban volviendo;
'hogar' tenemos todos.

Supongo que las ilusiones están para huir de la realidad,
y las ilusas para que se las crean.

Nunca te necesité
'necesitar' es un verbo que no deberiamos tener,
como casi todo lo que tenemos,
fuiste eso que nunca debí tener,
y 'tener' es otro verbo que no deberíamos necesitar,
como todo lo que tenemos.

Podrías haberte ido en el mismo momento
en el que entraste por la puerta,
pero te quedaste hasta que te necesité
y entonces fué cuando diste el portazo.

No.

Ya no.

Ya no más.

Y demases monosílabos que valen más que tú.

Me sale esto ahora porque antes no era así,
había flores en mí ventana
y algo de calidez en los rincones de mi casa,
ahora casi no puedo andar con tanto pétalo marchito,
y ceniza en el suelo.

Me he encontrado una herida nueva
que me he cosido yo sola,
tú ya no tienes nada que ver
ni que mirar.

Tengo un agujero preparado para todas vuestras balas,
disparad cuando queráis.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Llegué tarde

En mi vida hay pocas cosas que vayan bien,
de hecho repito mucho el 'voy bien'
aunque esté sentada y vea borroso con gafas.

Llevo las zapatillas con tiritas,
los pantalones rajados
y las sudaderas zarrapastrosas.

Nadie sabe mucho más de mi
mucho más allá de eso,
con el tiempo iba encontrando mejores escondites
y nuevas maneras de jugar
para no perder nunca,
era buena cuando nadie me encontraba
y no me preocupaba cuando no me iban a buscar,
las máscaras no sólo me las pongo en carnavales
y doy mucho más miedo cuando no es halloween.

Me gusta que el poder para hacerme daño
sólo lo tenga yo,
saber hasta donde puedo meter el puñal
y donde
y lo hago tantas veces,
que cuando lo hacen los demás sólo tengo cosquillas
y me río,
ilusos.

Siempre lo he dicho,
la mente de los demás
siempre ha sido más fascinante que la mía.
No me iba a poner a experimentar con algo que duele,
pero es divertido saber que es muy facil engañarla.

Todo el mundo que me conoce
sabe cómo voy vestida,
las peliculas que me gustan,
las series que sigo,
y que hago fotos y dibujos cada vez que respiro;

pero;

nadie sabe donde ha ido hoy mi abuelo,
que éstas son las primeras Navidades sin mi abuela,
por qué no puedo ir a ver a mi tía,
hace cuantos años no está mi padre,
la frecuencia con la que veo al resto de mi familia
quién lloró anoche en mi casa,
y porqué mis notas
han bajado tanto en los últimos 4 años.

He dejado el puñal encima de la mesa.

Han tardado 10 segundos
en clavarmelo por la espalda
para que no lo viera venir.

Reíros,
cuando lo haga yo dejaréis de hacerlo.

jueves, 27 de octubre de 2016

Mi decimonoveno sentido, esta estropeado.
El decimoctavo se fue de casa porque ya era mayor de edad.
El decimoseptimo es hermano gemelo
del décimosexto,
y los dos juegan a las palmas hasta que me desgastan.
El decimoquinto caducó el mes que te fuiste.
El decimocuarto queria crecer más deprisa.
El decimotercero de creía un rey.
El duodécimo cambió de nombre.
El undécimo siempre se mira en los espejos buscando algo que nunca encuentra.
El decimo encuentra lo que me falta a mi.
Mi noveno sentido es una sinfonía,
el octavo una maravilla
El septimo, un día de la semana.
El sexto el que nadie sabe cual es.
El quinto dedo de mi mano.
El cuarto color del parchís.
El tercero de los mosqueteros.
Y el segundo que dudé en que fuiste
el primer chico al que miré más de lo que creí que miraría a alguien.

No, no tiene ninguno, sentido digo.

martes, 11 de octubre de 2016

¿Te acuerdas?

Y comieron perdices
y vivieron felices.

¿Te acuerdas?

Después de todos aquellos traspiés,
tropezones,
zancadillas
y retrocesos.

Cómo nos costó seguir después
de que todo se torciera,
y eso que decían que el alambre de la jaula era fino,
y que podía moverse con las manos,
y que sí
y qué.

A ver quién me las cura ahora que no estás.

¿Te acuerdas?

Nos conocimos sin querer,
sin querer evitarlo, digo,
y tuvimos tanta prisa que normal
que nos tropezaramos,
ni siquiera se
como hemos podido terminar de una pieza,
y encajar.

Pero era todo tan bonito,
el tiempo pasaba deprisa
aunque andasemos despacio,
nunca me cansaba de ir de su mano,
la lluvia caía,
y nosotros también,
uno sobre otro, digo.

Éramos,
una vez,
hace mucho tiempo.

¿Te acuerdas?