martes, 5 de marzo de 2019

Vuelve


He llegado a 100 poemas y 99 hablan de tí.

No necesito que ningún psicólogo me diga
que tengo un déficit de cariño,
que las cosas serían diferentes si siguieras aquí,
que tendría menos sentido del humor
y más sentido de la humanidad,
que me habrías enseñado todo lo que no sé,
que no me dejarías llorar tanto como lo hago.

Supongo que no miraría tanto al cielo si estuviera a tu altura.

Sigo pensando que no crezco más
para poder seguir escondiéndome en tu sombra
y no quemarme con el sol.

Estoy segura
de que nunca echaré tanto de menos a alguien
como quiero que vuelvas tú,
que da igual el idioma en el que cante Sabina
porque siempre lo escucharé con tu voz,
que a veces cuando nadie me ve,
me miró en los espejos y sonrío,
porque se que es el único sitio
en el que te encuentro
que sólo yo me puedo quitar
y quedar.

A veces cuando no puedo dormir
me pongo a pensar
en lo que pensarás
de todas las cosas que hago
normalmente mal,
en las canciones que te escribo
que nadie escucha,
y cierro los ojos
con la guitarra en las manos
y el grito en el techo,
y te entreveo medio sonreír un momento.

La historia interminable
en la que no quiero olvidarme de tí,
y me dedico a esparcir
por toda la casa
cada trocito de tu ausencia
que me encuentro en los bolsillos,
y los guardo en cajas de cristal
para que reflejen mucho más la luz,
y sonrío
cada vez que mi madre sonríe
porque para ella también eres estrella,
y fugaz,
y ninguna capaz
de quitar tus fotos
de todos los marcos
en los que te coloco
como si cuatro esquinas fueran capaces
de sujetar todo lo que nos has dado,
como si no fuera tuyo.

A veces mantengo conversaciones
unilaterales con Google (y mi cabeza)
sobre dónde venden abrazos como los tuyos
suponiendo que alguien
fuese a venir a darmelos
sin preguntarme
por qué lo está haciendo
pudiendo hacer otra cosa.

Estoy,
sólo quería sacarlo,
por si algún día decide volver.

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