sábado, 23 de septiembre de 2017

Mamá, me duele.

He llorado hoy más
que en todas las noches de mi vida.

He empañado mis gafas
con todas las decepciones
que tenian de mi,
y en mi almohada han calado
todas mis ganas de dejar que mi vida
deje de ser mía.

Vivo en un persecución continua
en la que huyo de quien soy
para intentar alcanzar
a la que quieren que sea
todos los demás.

Mientras hago eso
también le busco el sentido a todo.

Sigo pensando
que hacer lo que quieren que haga está mal,
sigo pensando
que no hay nada que esté mal,
excepto yo.

Vivo pensando
que puedo mantener en pié
todo lo que tenga más de dos patas
y soy de las que cree
que los huevos pueden mantenerse de pie
más de un día al año.

Voy saboteando yo sola todo (en) lo que creo.

Hago pesimista a todo el mundo
que quiere hacerme feliz
y eso me hace más daño a mi
que a nadie.

'Nadie puede herirte'

Cuando dejo de decidir
quien me hace daño
y quien no
es cuando me empieza a doler.

No hay comentarios:

Publicar un comentario