miércoles, 2 de noviembre de 2016

Llegué tarde

En mi vida hay pocas cosas que vayan bien,
de hecho repito mucho el 'voy bien'
aunque esté sentada y vea borroso con gafas.

Llevo las zapatillas con tiritas,
los pantalones rajados
y las sudaderas zarrapastrosas.

Nadie sabe mucho más de mi
mucho más allá de eso,
con el tiempo iba encontrando mejores escondites
y nuevas maneras de jugar
para no perder nunca,
era buena cuando nadie me encontraba
y no me preocupaba cuando no me iban a buscar,
las máscaras no sólo me las pongo en carnavales
y doy mucho más miedo cuando no es halloween.

Me gusta que el poder para hacerme daño
sólo lo tenga yo,
saber hasta donde puedo meter el puñal
y donde
y lo hago tantas veces,
que cuando lo hacen los demás sólo tengo cosquillas
y me río,
ilusos.

Siempre lo he dicho,
la mente de los demás
siempre ha sido más fascinante que la mía.
No me iba a poner a experimentar con algo que duele,
pero es divertido saber que es muy facil engañarla.

Todo el mundo que me conoce
sabe cómo voy vestida,
las peliculas que me gustan,
las series que sigo,
y que hago fotos y dibujos cada vez que respiro;

pero;

nadie sabe donde ha ido hoy mi abuelo,
que éstas son las primeras Navidades sin mi abuela,
por qué no puedo ir a ver a mi tía,
hace cuantos años no está mi padre,
la frecuencia con la que veo al resto de mi familia
quién lloró anoche en mi casa,
y porqué mis notas
han bajado tanto en los últimos 4 años.

He dejado el puñal encima de la mesa.

Han tardado 10 segundos
en clavarmelo por la espalda
para que no lo viera venir.

Reíros,
cuando lo haga yo dejaréis de hacerlo.

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