martes, 29 de marzo de 2016

Hoy no

No tengo escrúpulos,
no me gusta ninguna parte de mi,
miento más de lo que hablo
y ni yo me hablaría.

No hay nadie capaz de impedirme nada
salvo yo,
y no me salvo.

Soy de las que reparten hasta el último salvavidas
y se queda en el avión hasta que se hunde,
quería comprobar si las puestas de sol
son más bonitas en el mar
¿Os imagináis a alguien así?
Yo tampoco soy capaz.

No puedo seguir pensando en quizás,
ojalás
y demás
gilipolleces,
que no.

Hacer eso no es avanzar,
es quedarse quieto,
mientras los demás se mueven sin tí.

El único daño que me duele es el que me hago yo sola,
y te echo la culpa a tí,
qué capulla que soy,
siempre barriendo hacia los demás
la culpa que es sólo mía.

Nadie se ha quejado,
supongo que a nadie le importa.

Supongo.

Nadie.

Importa.

Tres palabras en las que no creo
que se creen que hacen daño.

Daño.

El daño es eso que me haces cuando estás,
y me hago cuando no.
¿Os imagináis a alguien así?
Yo tampoco soy capaz.

Deberíais ver la de cosas bonitas
que hace la gente con el lodo
justo antes de salir.

No, hoy no ha sido un buen día,
pero mañana tampoco lo fue.

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