viernes, 1 de enero de 2016

Más miedo

Me dijiste que sólo te escribiera si tenía algo que decirte.

Bien.

Tengo algo que decirte.

Lo que no tengo tan claro es que tu vayas a quierer leerlo.

No sé si has leido Peter pan alguna vez o no, pero en el libro, el capital garfio estaba constantemente dando su discurso de despedida, creía firmemente que no terminaria el día vivo y no quería irse sin despedirse de su tripulación.

A mi me pasa algo parecido pero a menor escala, hay personas que me da igual que desaparezcan o que aparezcan, no significan nada para mí o han cambiado tanto mientras las conocia que si me despiese de ellas lo haria de una persona muy diferente a la que conocí, o directamente no me merecería la pena despedirme, ellos tampoco lo han hecho.

Ultimamente he tenido que escribir muchas cartas de las que no estaba -estoy- segura, pero me agarre de la mano y salté conmigo hacia el vacío; no volé, pero tampoco sé cómo sigo viva, supongo que no llegué a caer -del todo-.

Creo en la suerte desde entonces.

Sé que no te pareces en tantas cosas como me gustaría a mí y ni puedo, ni quiero cambiarlo, pero te imagino dentro de algún tiempo -cuando pase lo que todo el mundo está empeñado en que no va a pasar- leyendo esto y sonriendo, y no se porqué.

Y me gusta.

Estoy intentando decirte, a mi enrevesada manera, -ya sabes- lo importante que eres para mi, que sí, que solo hablamos de tonterías, pero hablamos de tantas que creo que nadie ha sabido nunca tanto de mi y tienes ese trofeo sin querer, porque te lo di sin darme cuenta.

Aparece, o ya había y yo soy consciente de ello desde hace poco, gente maravillosa en tu vida, tú no te juntas con cualquiera, - a mi excepción- que me hace ver lo irreal de que seas importante para mí. Me he dado cuenta de que ninguno creemos en la distancia y aún no se como hemos durado tanto, en algún momento tenia que interponerse, y bueno, 'hola kilómetros'.

Te has ido muy para alante y no te pido que vuelvas -eso seria retroceder- y ya has subido mucha cuesta como para que hagas eso, pero no dejes de saludar con la mano -aunque no mires- yo ire siempre detrás y siempre te veré cuando lo hagas.

Espero que no haya curvas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario