jueves, 13 de diciembre de 2012

Es hora de madurar

Es como viajar en un nube, como no saber lo que es tocar el suelo, como no haberse despertado jamás de un sueño, como ser un niño eternamente. Es triste, muy triste, saber que por mucho que haga, no voy a bajar de ahí, siempre seré una niña, indefensa, que no es capaz de hacerse valer por sí misma, que siempre necesita de los demás aunque sea indirectamente. Hay veces, que intento sentarme, hacer las cosas bien, aunque me cuesten, aunque no me gusten, no funciona, nunca funciona. Es triste saber que por mucho que me esfuerce, nunca será suficiente para ellos, siempre me pedirán más de lo que yo les doy, es un esfuerzo eterno que nunca encuentra su recompensa. Por otra parte la única responsable de ésto, soy yo llevo avisada de las consecuencias desde Junio del año pasado, soy imbécil por no haberles puesto remedio cuando éste aún estaba en mi mano. Serán unas navidades en las que piense lo que pudo haber sido, que nunca fue; lo que pude haber hecho, que nunca hice; lo que pude soñar, que ahora ni si quiera me imagino. Las consecuencias nunca me gustaron pero siempre tuve que vivir a su merced, en parte yo creo que quería que pasara, nunca se me dio bien enfrentarme al pasado, vivo en el futuro donde sé que hay pocas cosas que me pueden hacer daño. Encerrarme en un caparazón que construí cuando aún no sabía el significado de los sueños, me volveré a meter en él para olvidarme de como se sueña. Mi vida volverá a ser monótona, tal y como antes lo era. Empezaré a estudiar, ha hacer deberes, ha esforzarme por lo que quiero conseguir en la vida, empezaré a crecer, a madurar; creo que ya va siendo hora. Perderé todo aquello en lo que siempre he creído, la magia, lo sueños, la imaginación, el poder de volar, todo...

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