sábado, 3 de octubre de 2015

Se fueron

Llevo ya un buen rato debajo de mi edredón, esperando a ver si se me calientan los pies solos, ahora que no estan los tuyos
para hacerles compañía.

Parece que no,
y aparte de irte tú,
también se fueron mas cosas contigo.

Se fueron los besos por la mañana,
nada más despertarme,
o nada mas despertarte tu.

Se fueron esas peleas de cosquillas
en el sofa
mientras ignorabamos esa peli
que habíamos tardado media hora en elegir.

Se han ido las noches largas
en las que hacíamos de todo menos dormir,
y las mañanas eternas en la cama sin saber, abrazados,
cómo parar más el tiempo.

Te llevaste esos jerseys tuyos
que me encantaba ponerme
porque siempre olían a tí,
y esa es la droga que más me gusta esnifar.

Ya no estan esas mil y una caricias
que me regalabas cada día
sólo para recordarte que era tuya,
y de nadie más.

Me has dejado sola,
más sola que cuando todo empezó,
y eso duele.

Hay un trozo de mi

(si, un trozo,
ya no soy partes de nadie,
me he quedado en trozos de mi misma)

que aun espera que vuelvas,
que todo haya sido un mal sueño
o una buena pesadilla,
aunque el resto de trozos le grita que lo olvide,
que eso nunca va a pasar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario