miércoles, 27 de mayo de 2015

Un día cualquiera

Me gustaría despertarme una mañana,

y no pensar en ti.


Salir de la cama,
ir al baño,
mirarme en el espejo,
y no mirar hacia tu cepillo de dientes.


Vestirme sin miedo a olerte en mi ropa.


Hacerme el desayuno sin recordar,
la manera en la que me enseñaste,
a preparar café.


Salir por la puerta de mi casa
sin acordarme de tu manía
de dar dos vueltas a la llave al cerrar,
después de haber salido.


No sé,
posiblemente tu no tengas todos esos problemas
con los que me peleo yo por las mañana,
a veces simplemente dejo que ganen la batalla.
 

Y me levanto por la mañana
sonriendo por pensar en ti.


Voy al baño y admiro
tu cepillo de dientes al lado del mío.


Cuando me visto respiro muy hondo,
te respiro muy hondo.
 
En la cocina escucho a la cafetera
hablarme de ti.

Pero cuando salgo de casa,
es a mí a la que doy dos vueltas de llave
para que te cierres,
después de haberte ido.


 

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