viernes, 10 de octubre de 2014

Por muchos deseos de cumpleaños que utilice.

Hace mucho que no escribo aquí para divagar, (digamos que ni para divagar ni para nada) y una buena amiga me ha recordado que mi ordenador tiene teclas, y mi cabeza piensa de vez en cuando.

¿No habéis hecho repaso mental a vuestra vida y os habéis dado cuenta de que no habéis encajado en ningún momento? En preescolar siempre era la niña rara a la que todo el mundo le pegaba chicles en el pelo o le tiraban de él, en el colegio siempre estaba el Club de María, el Club de Nora, el Club de Cualquiera, menos el mío, no me molestaba pero siempre era la que tenía ideas raras y quería bailar en el recreo del comedor en vez de jugar, porque siempre me he ahogado corriendo y haciendo esfuerzos que para mi siempre son grandes, si me estaba quieta eso se disimulaba mucho mejor. En la ESO fui la que se auto marginaba, aunque teniendo en cuenta lo narrado anteriormente, tenía sentido que lo hiciera, ¿para que ilusionarse y perder el tiempo intentando caerle bien a gente que me iba a poner verde y a la que iba a caerle mal? era más fácil escribir poesía en un cuaderno en los recreos que ponerse a cotillear sobre quien tenia novio y demás. Llegamos a la época en la que más he sentido que no desentonaba, Bachillerato, mi clase entendía mis chistes malos, mis risas que se oían en todo el edificio y mi retraso explicito y evidente, pero no, seguía sin ser genial, solo escuchaba, no había nada que decir, no había temas de conversaciones comunes, aunque pareciese que si. Y ahora en la universidad es como si fuese una niña de 3 años en una empresa multinacional, 'mirar, oír y apuntar', no es triste, es realista, y se me olvida algo que ha sido bastante importante, porque es lo único que ha estado en mi vida durante todas esas etapas y sigue estando, los scouts, ya ni me merece la pena ponerlo en mayúsculas, es la definición gráfica que yo tengo de un templo griego, cuando lo hicieron fue muy bonito, útil, digno de admirar, y todos lo querían, ahora simplemente se ha roto, resquebrajado y destruido y la gente va a verlo por lo que era, y no por lo que es, y cuantas más generaciones pasen, menos apreciado va a ser, porque los nuevos no aprecian lo que los viejos hicieron ahí, insisto, no es triste, es realista, y lo peor es que parece que solo lo veo yo, y que a nadie más le importa que algo que siempre ha estado ahí, deje de estarlo.

Últimamente las cosas se van, demasiadas cosas se van, amigos, experiencias, los scouts, mi padre... Son demasiados cambios, y yo odio los cambios, y no puedo con ellos y lo peor de todo es que no tengo ganas ni nada de volver a intentar dejarlo todo como estaba. si alguien me deja de hablar, dejo de hablarle, siento que no merece la pena nada, ni si quiera se por que salgo de la cama por la mañana, supongo que porque si me quedo discutiría con mi madre, y mi madre no necesita discursiones ahora mismo, necesita abrazos y a mi ya se me esta olvidando como se dan, no hablemos de como se reciben.

Hablemos también de esos amigos que dicen: 'Oh, viene Nosequecantantequemegusta y hay un especial tributo en Nosedonde ¿Me acompañas?' y Allie mueve cielo y tierra para ir, para acompañar, para que no vayan solos, da igual que dure 2 horas a que dure 9, siempre intento estar ahí, para que vean que soy una amiga de verdad, no se esas de boquilla, la decepción viene cuando el asunto es al revés y la que quiere ir a ver algo soy yo, de repente todo el mundo tiene cosas importantes que hacer que ir a cualquier chorrada a la que yo quiera ir, entiendo que tengan una vida, porque yo no la tengo, entiendo que no sea la típica persona con la que apetezca ir a Daigualdonde pero duele, ya no me molesta, me hace pensar que no soy suficiente para ellos, que no hago todo lo que podría hacer por ser una buena amiga, que soy horrible por no ir a más sitios con ellos, pero me quedé sin ver a Revolver y me quedaré sin oír a Queen porque todo el mundo está demasiado ocupado, son noches y noches de viernes y sábado en casa, delante de una pantalla de ordenador viendo series y películas porque ya no hay nada más que hacer que auto destruirse.

Supongo que esto nos lleva a la conclusión de que no hay nada eterno, nada. Y me duele, me duele mucho que las cosas que yo daba como eternas, infinitas, irrompibles, inquebrantables, se mueran de un minuto para otro, me duele tanto que hasta intento convencerme de que es mejor así, pero ¿como va a ser bueno algo que hace tanto daño?

El amor, el amor de mis padres no lo tenía en un pedestal, ni tenía medallas, el amor de mis padres para mi siempre ha sido un ente superior a todas las demás cosas y a todos los demás amores, no entendía como siempre había alguien en algún sitio en el que sus padres discutían o se habían divorciado, los míos cada día se querían más y más y era imposible que eso se rompiera o se acabara, para mi era la perfección más perfecta, la felicidad que yo nunca alcanzaría pero siempre intentaría tener. Se conocieron con 14, salieron con 16 y hasta que la muerte los separó. Es la historia de amor que busco en alguna película, las veo con esperanza de que en alguna esté representada la historia de mis padres, pero nunca la encuentro, nunca se parece lo suficiente, nunca es verdadero y real, los veía, día tras día, sonriéndose y abrazándose a todas horas como si se acabaran de conocer y fuesen los seres más felices de la tierra. Siempre los he envidiado en ese sentido. Por eso todas las 'relaciones' que tienen mis 'amigos' me parecen imperfectas, por mucho que me digan, no les culpo por pensar que eran geniales y perfectas y 'para siempre' pero yo sabía que no iban a serlo, insisto una vez más no es triste, es realista, pero para mi la perfección está en un punto que nadie más en el mundo va a poder alcanzar, ni siquiera yo. Prefiero morir sola y sin haber tenido nada, que haber tenido algo imperfecto y martirizarme porque la perfección que busco no la voy a encontrar jamás. Mis padres siempre serán lo más perfecto que tenga, da igual cuanta gente pase por mi vida y lo que pase con ellos, siempre será algo inalcanzable para mi, y aunque la historia sea triste para los que se la sepan, para mi siempre será preciosa.

Me gusta hablar de ellos así y tenerlos todo el día en la cabeza, sobre todo a él y que me dice lo que hago mal y bien y me da consejos, así es como si no se hubiera ido y sigue conmigo, le echo de menos, me intento imaginar que todo sigue igual, y que la felicidad no ha desaparecido para siempre, que siguen a mi lado y que todo es como antes, pero ya no será igual nunca, por muchos deseos de cumpleaños que utilice.


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