domingo, 17 de marzo de 2013

Una gota de lluvia.


Un piano, unas notas, el sonido del lápiz en el papel, aunque en este caso todo sea virtual, para me en cada coma solo para mirar por la ventana, y al hacerlo, ver la lluvia es la única que me acompaña esta noche.
Diréis que es triste que alguien esté sola y solo se sienta acompañada por la lluvia, lo es, no os voy a mentir, pero también os voy a decir que el que no se halla sentido nunca como me siento yo ahora no ha vivido. Cada gota, solo una de esas pequeñas y minúsculas partículas de agua es más valiente de lo que yo nunca llegaré a ser nunca. No exagero, se que son cuerpos inertes, pero los ves, los miras y parecen vivos. A mí me hacen sonreír. Me hacen apreciar todo aquello que, con unos cuantos años más pasaré por alto, no me acordaré de estas noche mirando por la ventana simplemente para ver como llueve, estaré demasiado ocupada en otras cosas, con otras personas, en otros mundos. Hoy por hoy daría todo y más por que el resto de mi vida se concentrara en una sola noche como la de hoy. Más de una vez pensé cómo sería salir sin zapatos por la carretera y gritar mientras la lluvia se limitaba a caer sobre mí recordándome gota tras gota que no es un sueño, que estoy viva, sola y feliz, hoy y para siempre.
No os he aclarado nada, lo sé, seguís diciendo y viéndome como una persona triste y melancólica, lo soy, todas y cada una de mis células me lo recuerdan cada día, pero no me importa, yo sé apreciar una gota de lluvia en una noche de invierno desde mi ventana, un pájaro cantando a las 5 de la mañana en primavera, una ráfaga de viento a las 4 de la tarde en pleno verano, la velocidad a la que cae una hoja mientras caminas por la calle en otoño. Serán momentos que me mueven, me motivan. Si, sé que son pequeños, insignificantes para los demás, pero para mí, cada uno de ellos son un mundo por descubrir, una canción por cantar, un poema que leer, una foto que disparar, una lágrima que derramar. Todas esas pequeñas cosas son las que yo quiero en mi vida, quiero que no se vallan, que me recuerden quien soy, lo que es la velocidad, la lentitud eso que ahora mismo todos ignoran.
No me importa cómo me vea la gente, me importa cómo les vea yo a ellos. No me importa lo que haga el mundo a mi favor o en mi contra, me importa todo eso que soy capaz de valorar de él y que nadie más puede hacerlo, todas esas cosas que todo el mundo pasa por alto, todo eso a lo que nadie le da importancia pero saben que está ahí. Eso y solo eso es lo que estoy dispuesta a escribir hoy mientras llueve, dedicarle cada una de estas palabras a todas esas gotas que caen sin importar dónde y que me hacen mirarlas durante horas sin importarme la velocidad a la que pase el tiempo.





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